Cada Navidad, Mario convierte su hogar de Mérida, Yucatán, en una casa de galletas, y el espíritu navideño se apodera de cada rincón, como si hubiese sido extraída de un libro de cuentos o de una caricatura.
- Los artículos de esta tradicional casa de galletas es creado por el mismo Mario.
La casa de galletas comenzó a montarse por la madre de Mario cuando él era un adolescente.
“Cada año lo he estado haciendo desde hace más de 15 años, bueno desde que tengo 15 años, por supuesto que he ido cambiando, mejorando”
Mario Avilés, creador de la casa de las galletas de Mérida
De acuerdo con el dueño de la casa de galletas de Mérida, el montaje es parte de un proyecto familiar, el cual realizo con ayuda de sus hermanas, de su mamá y de su papá.
Con madera y policarbonato, cada adorno está hecho a mano por él y su familia, cortados, pulidos, pintados u escarchados de manera manual.
Los muñecos de jengibre en el jardín, el árbol de navidad en el techo custodiado por cascanueces, es la manera en que Mario y su familia buscan llevar un poco de felicidad en medio de este difícil año en que la pandemia del nuevo coronavirus ha aquejado al mundo entero.
“Me da gusto que la vengan a visitar la casa de galleta, está hecha con ese fin. A mí me gusta la decoración, y a mi familia le gusta celebrar de este modo la Navidad y que la gente lo aprecie”
Mario Avilés, creador de la casa de las galletas de Mérida
Para los visitantes, cada año esta casa de galleta en Mérida es un punto obligado de atracción navideña y no puede faltar la foto.
“Es una casa muy bonita llena de magia, llena de amor para los niños para la familia grande (…) Nos regocija estar aquí porque se tomaron el tiempo la dedicación de estar preparando todo para esta fecha”
Anabel Reyes, visitante
A lo largo de un mes, Mario y su familia van armando cada detalle, cada rincón, con el único fin de que el espíritu navideño permanezca en los corazones de las familias que decidan visitar la casa de galleta de Mérida.
“Está impresionante, de verdad que es un detallazo que ahorita creo que le viene muy bien a la familia como un momento de desestrés, y estando con las medidas me parece un detalle perfecto. Qué bueno que todavía haya la gente que conserve ese espíritu navideño y tenga esas ganas de transmitirlo a la gente”
Carlos Martínez, visitante.