Yucatán es famoso por sus cenotes; conoce, en Unotv.com, algunos de los más bellos y descubre por qué son considerados la puerta al inframundo maya.
¿Los cenotes en Yucatán son la puerta al inframundo maya?
Cenote es un término que sólo se utiliza en México, proviene de la palabra maya “dzonot”, que significa “abismo”; son pozos de agua dulce creados por la erosión de la piedra caliza, suave y porosa. Para el mundo maya eran fuentes de vida que proporcionaban agua, una entrada a las maravillas del otro mundo y el centro de comunión con los dioses, pues, de acuerdo con arqueólogos y expertos, se creía que eran la puerta de entrada al inframundo.
Las cuevas y cenotes han sido escenarios de gran importancia para los mayas desde tiempos ancestrales, ya que se consideraban portales o ventanas al mundo de los muertos. Los mayas, al igual que muchos grupos mesoamericanos, creían que las personas al morir recorrían un largo camino hacia el mundo de los muertos, para ellos llamado Xibalba.
Este mítico lugar, donde moraban los dioses, antepasados y demás seres sobrenaturales, se ubicaba físicamente en el subsuelo terrestre y bajo el agua, por lo que también es conocido como inframundo. De esta forma, el cenote era una especie de puerta a este mundo mágico.
Los antiguos mayas creían que Chaak, el dios de la lluvia, habitaba en cuevas y cenotes. Hoy en día algunos habitantes y agricultores nativos de la península de Yucatán aún imploran a Chaak el regalo de la lluvia, mientras los cenotes aportan nuevos conocimientos a los arqueólogos sobre los paisajes sagrados de los mayas ancestrales. Por ello, nadar en ellos es una experiencia única.
¿Qué cenotes debo visitar en Yucatán?
De acuerdo con un artículo publicado por el Gobierno de Yucatán, hay cenotes donde se hallaron piezas arqueológicas antiguas, lo que habla de la relación con los mayas y el inframundo; sin embargo, también hay numerosos sitios de este tipo que puedes visitar en compañía de toda la familia.
Es importante mencionar que se publicaron nuevas medidas de seguridad: para entrar, ya es necesario portar chaleco salvavidas; además, por la pandemia, algunos permanecen cerrados; si abren, deberán hacerlo con las medidas de aforo permitidas según la fase del semáforo epidemiológico por COVID-19 que rige en el estado.
Por lo anterior, antes de planear tu visita a algún cenote, verifica que las actividades estén permitidas.
Cenotes X’kekén y Samulá
Se encuentran en la comunidad de Dzitnup, cerca de Valladolid.
El primero, X’kekén, significa “cerdo” en maya y toma su nombre de la curiosa historia de su descubrimiento. Se cree que un cerdito del lugar regresaba bañado en lodo, y sus dueños, al seguirlo, hallaron este cenote oculto con aguas cristalinas.
El de Samulá se encuentra justo al lado y está más solo, por lo que la experiencia de nado se intensifica.
Ambos están en una cueva con grandes estalactitas y una apertura en el techo que permite que la luz natural entre y resalte el color turquesa del agua. La entrada a ambos oscila entre los 125 pesos para adultos y 80 para niños.
¿Cómo llegar a Dzitnup? Está a 12 minutos de Valladolid; toma la Carretera 180 a Ebtun y gira a la izquierda en Dzitnup. Si vas en transporte público, puedes tomar un colectivo junto a la estación de autobuses ADO.
Cenote de San Lorenzo
Bajar por él es una experiencia única; se encuentra a sólo 10 minutos de la ciudad colonial de Valladolid. Es abierto, rodeado de paredes rocosas con largas raíces que cuelgan. Verlo desde arriba genera, para los que tienen miedo a las alturas, una sensación de vértigo.
Para nadar en él necesitas descender por una escalera de 73 escalones; una vez abajo, puedes saltar al agua.
Lo ideal es visitarlo por la mañana, pues por la tarde se encuentra más lleno.
Tiene restaurante y es un sitio obligado a visitar después de conocer la ciudad de Valladolid, en la misma puedes tomar la calle 54 o desde el centro tomar un taxi. Su costo oscila entre los 80 y 150 pesos si consumes dentro del restaurante.
Cenote Ik Kil
Es considerado, por muchos, el más hermoso; de hecho, el mismo estado lo definió como el más fotografiado en Yucatán.
Su cercanía con la zona arqueológica de Chichen Itzá lo convierte en el lugar ideal para refrescarte después de tu visita al famoso sitio maya. Eso sí, es uno de los más turísticos, lo cual es tanto una ventaja como una desventaja: hay más gente, pero también está muy bien mantenido y con todas las facilidades que lo hacen accesible a toda la familia. Cuenta con restaurante, tienda, casillero y hasta un estacionamiento.