En el Centro de Readaptación Social de Mérida, 9 internos y tres internas participaron en el tradicional lavatorio de pies de este jueves Santo, donde el arzobispo Gustavo Rodríguez Vera besó los pies de los internos como reza la tradición.
“Por eso escuchamos el evangelio de San Juan que nos narra el lavatorio de los pies qué nombra repetir el signo que Cristo hizo con los apóstoles de una manera simbólica también con 12 personas”
Gustavo Rodrígue, arzobispo de Yucatán
Nueve hombres y tres mujeres fueron quienes llevaron a cabo esa representación cuando en la Última Cena se instituyeron tres cosas: la eucaristía, el sacerdocio y aquel mandamiento de “amarse unos a otros”
Aarón tiene 32 años, lleva siete años encerrado en este reclusorio cumpliendo una condena de violación equiparada.
Los internos del Cereso de Mérida, se mostraron reflexivos en estos días santos.
“Si bastante, sobre los errores que hemos cometido a lo largo de nuestras vidas y en qué hemos fallado, y que podemos hacer sino para remediarlo pues para no volver a incurrir en los mismos errores.”
Aarón Canché, interno del Cereso de Mérida
Los familiares de los reclusos también participaron en esta celebración que lleva sobre todo el mensaje de humildad y transformación.