Un rescate perruno a 5 mil metros sobre el nivel del mar sorprendió este fin de semana, cuando un grupo de alpinistas ubicó a un can llamado Canelo, que había subido al Pico de Orizaba, y logró ponerlo a salvo.
- Desde días antes se reportó que un perrito se encontraba en la cara sur de la cima del Pico de Orizaba, pero nadie sabía cómo había llegado ahí, por lo que pedían que quien pudiera hiciera el rescate perruno.
El Pico de Orizaba es un volcán inactivo, también llamado Citlaltépetl, ubicado entre los estados de Veracruz y Puebla; es la montaña más alta de México, con una altitud aproximada de 5 mil 747 metros sobre el nivel del mar, a cuya cima había llegado Canelo, un perrito mestizo que subió y subió, pero que ya no pudo bajar, por lo que se pedía en redes sociales auxilio para el can.
Algunos alpinistas habían intentado bajar a Canelo de la cima del Citlaltépetl, pero por lo difícil y peligroso del descenso, no lo pudieron ayudar, hasta que llegó uno muy experimentado, identificado en redes sociales como Layo Aguilar, junto con un grupo, quienes lograron poner a salvo al can.
- Al alpinista Layo Aguilar lo etiquetaron en las publicaciones donde se pedía ayudar al can, y fue así como se enteró: “Me etiquetaron muchos amig@s en las publicaciones y me pidieron que lo bajara”.
El mismo Layo Aguilar refirió que le pidió al ángel de la montaña, el legendario Citla, que intercediera para que encontrara a Canelo y todo saliera bien en el rescate perruno.
“Ya subiendo, le pedí al ángel de la montaña, el legendario Citla, que intercediera, para que lo encontrara y me ayudara a bajar con bien. ¡Y así sucedió, al llegar con mis amigos a la cumbre, sorpresa! Ahí estaba el famoso Canelo, lo acaricié y sentí que respondió al lenguaje de humano- perrito, mis amigos sacaron comida, y le dimos, tenía mucha hambre, un amigo guía de Tlachichuca sacó un termo con agua y casi se la terminó”.
Layo Aguilar, alpinista
El rescate perruno a esa altura parece fácil, pero no lo fue, ya que, aunque le dieron comida e hidrataron a Canelo, el perrito tenía un cojinete de la pata lastimado y se inquietó cuando le pusieron una correa para bajarlo, lo que dificultaba el descenso y lo hacía peligroso, hasta que uno de los alpinistas sugirió meterlo en una mochila para bajarlo.
“Mi amigo Aarón me sugirió que lo metiéramos en su mochila, ya que era la más grande de todas, los demás se repartieron sus cosas, y después de mucho trabajo y esquivar las mordidas que nos aventaba, pudimos meterlo a la mochila, y sólo su cabeza quedó saliendo”.
Layo Aguilar, alpinista
El alpinista cuenta que él iba a cargar a Canelo, pero dos de sus amigos se ofrecieron para hacerlo con relevos bajo condiciones peligrosas del Pico de Orizaba, hasta que lograron descender con todo y perrito hasta un refugio, en donde fue trasladado en una camioneta, donde durmió todo el camino hasta la casa del alpinista.
“Iba yo a cargarlo para bajarlo, pero mis amigos Aarón y Héctor Hernández se ofrecieron a cargarlo, relevándose en lo que nosotros bajábamos… Gracias, amigos del CAM, sin ustedes a lo mejor yo no lo hubiera logrado. Así iniciamos el difícil descenso por las condiciones de la montaña, en partes arena cristalizada, otras, nieve muy dura, y abajo la nieve ya muy floja que hacía que cayera uno repetidamente. Llegamos al refugio sin incidentes… a las camionetas, nos costó subirlo, pero ya arriba se acostó (el perrito rescatado) y vino durmiendo”.
Layo Aguilar, alpinista
El perrito Canelo tuvo así uno de los mejores rescates perrunos, ya que, tras bajarlo del Citlaltépetl, un refugio se ofreció a ayudarlo para encontrarle hogar y luego de un par de días en la casa del alpinista que lo ayudara a bajar, se fue para hallar una familia.
“Un final feliz, ojalá y a todos los perritos que hay en las montañas tengan la suerte de ser Canelos, y sean rescatados”, escribió en sus redes sociales el alpinista Layo Aguilar.