El pasado 26 de febrero, en la ciudad de Nuevo Laredo, Tamaulipas, se registró un tiroteo que dejó un saldo de cinco personas muertas y una herida, informó la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), que se comprometió a cooperar con las autoridades para deslindar responsabilidades.
¿Qué pasó la madrugada del 26 de febrero en Nuevo Laredo?
A través de un comunicado, informó que el suceso tuvo lugar alrededor de las 4:50 horas, cuando el personal militar de una Base de Operaciones que estaba desplegado en la zona urbana de la ciudad escuchó disparos de armas de fuego.
Al dirigirse hacia el lugar de los disparos, el personal militar observó un vehículo pick-up con siete individuos a bordo, que se desplazaban a exceso de velocidad, sin placas y con las luces apagadas. Al percatarse de la presencia de las tropas, los individuos aceleraron y chocaron en contra de un vehículo estacionado.
Tras el impacto, el personal militar de la Sedena accionó sus armas de fuego, dejando a cinco de los ocupantes del vehículo sin vida y a uno de ellos herido.
Una vez sucedidos los hechos, la Secretaría de la Defensa Nacional informó que los elementos castrenses llevaron a cabo las siguientes acciones:
- Se coordinaron con la Fiscalía General de la República (FGR), a efecto de colaborar con las investigaciones y diligencias para la integración de la carpeta de investigación.
- Se coordinaron con la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), con el objeto de facilitar sus investigaciones.
- Se llevaron a cabo las indagatorias correspondientes de la Fiscalía General de Justicia Militar.
- Se mantuvo un diálogo abierto con las familias, por conducto de la Unidad de Vinculación Ciudadana de la Secretaría de la Defensa Nacional.
Tras estos hechos, el Ejército refrendó su compromiso de trabajar con apego al Estado de derecho y con respeto a los derechos humanos, y se dijo dispuesto a brindar todas las facilidades a las autoridades, acatando la resolución que se determine.