En Tamaulipas, este martes se llevan a cabo los funerales de la familia de médicos integrada por Juan Carlos, Brianda y su pequeño hijo Mauricio, quienes forman parte de las 11 víctimas mortales tras el derrumbe del techo de la iglesia de la Santa Cruz, en Ciudad Madero, el pasado domingo, durante una misa.
El funeral se realiza en Ciudad Victoria, de donde eran originarios. En la capilla B y C de Funerales del Refugio se dieron cita familiares, amigos y compañeros del Hospital General de la ciudad, donde ambos servían.
El Gobierno de Tamaulipas se hará responsable de los gastos funerarios y la atención médica de las personas que permanecen hospitalizadas, entre ellas, cuatro que se trasladaron a Ciudad Victoria. Además, brindará tratamiento psicológico y de tanatología a la familia.
“Cuatro que se trasladaron a Ciudad Victoria, el Gobierno del estado se hace cargo de todos los gastos funerarios, agilizando todos los trámites administrativos para esto. Pero, además, dándoles un tratamiento psicológico y de tanatología a la familia”, aseguró Vicente Joel Hernández Navarro, secretario de Salud de Tamaulipas.
Además, indicó que, por instrucciones del gobernador Américo Villarreal Anaya, se están brindando los apoyos necesarios a las 13 víctimas que permanecen hospitalizadas.
Sobrevivientes al colapso de la iglesia narran experiencia
Gracias a las bancas que se encontraban al interior de la Iglesia de la Santa Cruz, en Ciudad Madero, Tamaulipas, fue que un gran número de feligreses logró salvar la vida tras el colapso del techo del centro religioso.
“Gracias a las bancas de la iglesia que soportaron la cornisa para que no les cayera a todos, porque por inercia mi compadre y yo vimos como venía de atrás hacia enfrente y nos arrojamos hacia el suelo”. Dijo Óscar Martínez Sánchez, sobreviviente.
Otra persona que logró salvarse contó cómo logró salir de la parroquia:
“Es algo muy feo, yo estaba del lado derecho pegado a la pared. Lo primero que hice fue romper el vidrio, sacar a mi hijo, sacar a otras personas y cuando volteo al lado izquierdo, no veía nada. Ya estaba todo derrumbado”. Moisés Martínez Sánchez.