En el primer cuadro de Villahermosa, donde quedan pocos rastros de las recientes inundaciones, sin embargo el temor sigue presente en los pobladores, quienes saben que aún es posible que otra oleada de lluvias pueda desbordar nuevamente los ríos.
Decenas de lugares que resultaron afectados, hoy están reabiertos, pero con desconfianza, como en la casa de Damaris Jiménez, habitante de la colonia Gaviotas Sur.
Hace 10 días las aguas del río Grijalva tenían cubierto su hogar y a pesar de que ya bajó el nivel del agua, no baja la guardia y mantiene resguardados sus bienes en el techo de la casa de una vecina.
“Muchos estamos ya recolectando lo poco que quedo, lo que pudimos salvar, pero con el miedo de que nos volvamos a inundar de nuevo, pues nos dio chance la señora de aquí, vivimos 3 familias allá arriba”.
Damaris Jiménez, ama de casa afectada
Otras familias han reabierto sus negocios con lo poco que les quedó, pero siguen atentos al nivel del río.
“Todo se echó a perder, no pudimos sacar nada mi familia no pudo sacar nada, no tenemos fecha para reabrir, con lo básico se puede empezar ¿temen más inundaciones? Pues yo digo que si porque aquí es puro rio puro pantano”.
Jenny de la Cruz / vecina afectada por inundaciones
En la colonia Gaviotas Sur, una de las más afectadas por las aguas del río Grijalva, las autoridades siguen removiendo toneladas de basura, entre ella, las montañas de muebles, ropa y colchones que el agua dejó inservibles.
“Nosotros nos fuimos al agua, hasta aquí llego el agua, todo eso se fue al agua, algunas cosas las subimos adentro, más arriba, en el techo pues, por ahora ya lo bajamos, ya se bajó el agua y ya limpiamos la casa”.
María Ramos / comerciante
Al día de hoy la emergencia está controlada en la capital tabasqueña y en los municipios de Macuspana, Teapa, Tacotal y Jalpa de Méndez.
Sin embargo, la atención sigue en el municipio de Centla, donde aún hay poblaciones incomunicadas, y por si fuera poco, con la amenaza de los altos niveles actuales que tienen los ríos Grijalva y Usumacinta.