A casi un mes de las inundaciones por el agua de las lluvias que dejaron los frentes fríos y otros elementos climatológicos, el estado de Tabasco continúa bajo el agua y, aunque la ayuda no ha parado de llegar, más de 200 mil personas han sido afectadas por estas inundaciones y miles de ellos lo han perdido todo bajo el agua.
Y es que este año en Tabasco las lluvias fueron históricas. El año 2020 ha sido el segundo más lluvioso con una precipitación acumulada de dos mil 830 litros por metro cuadrado, lo que contribuyó a las inundaciones que llegaron, incluso, a rebasar el metro de altura y dejaron varias comunidades afectadas.
Los pobladores continúan viviendo bajo el agua y en algunos de los casos ésta ya luce verde por el estancamiento, y aunque se continúa con los trabajos de desfogue de agua, algunas comunidades asentadas a lo largo de importantes ríos han presentado nuevos problemas por el desbordamiento de los mismos, como el caso del caudal del Usumacinta, que se desbordó recientemente.
Los tabasqueños no han tenido tregua debido a los fenómenos meteorológicos y han estado viviendo con la preocupación de haberlo perdido todo, desde muebles y cosechas, hasta sus animales de granja y con el agua aún hasta las rodillas o más arriba, algunos de ellos siguen tratando de rescatar los pocos muebles que pueden ser útiles; algunos han optado por hospedarse con familiares, mientras que otros se han negado a irse por temor a que la rapiña los despoje de lo poco que les queda.
Albergues siguen abiertos
Los albergues temporales siguen abiertos y se invita a la población vulnerable a hacer uso de éstos, donde se proporcionan alimentos también.
El abastecimiento de agua y alimentos, aunque la donación no ha sido igual que en otros tiempos de desastre debido a la pandemia por el coronavirus, sigue llegando a través de las instituciones estatales y gubernamentales, donde también se reparte la ayuda humanitaria enviada internacionalmente.
La ayuda no ha dejado de llegar, pero se necesita más para regresar a la normalidad, entre los trabajos de desfogue, la limpieza de lodo y sus viviendas, los tabasqueños deberán pasar por mucho antes de recuperar lo que estas aguas se llevaron.