Esta es la historia de Manuel Alejandro Ibarra Vizcarra, un policía del estado de Sonora, quien era conocido por su labor para alimentar a perros sin hogar y por ayudar a las personas en situación de calle. Murió el pasado 8 de agosto durante un ataque en el municipio de Empalme. “No quiero flores, donen croquetas”, fue su última voluntad.
¿Cuándo ocurrió el asesinato del policía?
El pasado 8 de agosto aproximadamente a las 19:30 horas, Manuel Alejandro, de 37 años de edad, se encontraba en la plaza pública de Empalme. A bordo de su bicicleta, el policía fue interceptado por un delincuente que lo ejecutó con un arma de fuego por razones que aún se desconocen.
Estaba fuera de servicio cuando sucedió su artero asesinato. Hace unos días, el pasado 21 de julio, el policía Manuel Alejandro, publicó en sus redes que si moría no le llevaran flores y que mejor ese gasto fuera invertido para comprar croquetas con el fin de ayudar a los albergues para perros.
¿Qué mensaje dejó el policía para ayudar a los perros de la calle?
“El día que me toque dejar este mundo solo les quiero pedir a mi familia y amigos que no gasten en arreglos de flores que no voy a ver, mucho menos me gustan las flores, mejor lo que gastarán en flores gástenlo en croquetas y que sean donadas a un albergue de perritos. Así que ya saben, se los dejo de encargo”, publicó en Facebook.
La región del valle de Empalme y Guaymas es una de las más violentas en el país, que incluso unos 50 elementos de la Guardia Nacional han sido reacomodados a Guaymas. Una semana antes de su homicidio, Manuel Ibarra Vizcarra había sido nombrado nuevo comisario de Seguridad Pública del municipio.
¿Cómo era conocido el policía Manuel Ibarra Vizcarra?
El policía fue descrito por sus familiares como una persona alegre y de buen corazón, mientras que la Fiscalía General del Estado de Sonora informó que se había abierto una carpeta de investigación para esclarecer el caso y dar con el o los responsables.
De acuerdo con medios locales, la tarde del jueves 11 de agosto el policía fue despedido por sus compañeros en la Jefatura de la Policía. Ahí, familiares, compañeros y conocidos expresaron sus condolencias y coincidieron en que Manuel Ibarra Vizcarra tenía una personalidad sensible.