Sinaloa no sólo alberga una de las playas más lindas del país, sus Pueblos Mágicos te darán también momentos especiales para unas grandes vacaciones; por ello, ante su renovación como destinos de este tipo, te decimos qué hacer en Rosario, Cosalá, Mocorito y El Fuerte
¿Qué hacer en Rosario, Sinaloa?
El Rosario es un Pueblo Mágico que nació de una leyenda y de cómo prosperó gracias a la actividad minera, la cual, señalan historiadores, fue uno de los lugares más ricos en la producción de oro y plata en México; en 1780 fue nombrado: El Mineral del Rosario. Este lugar fue conocido en ese entonces a nivel mundial, pues en las minas de El Tajo, de una tonelada de mineral extraída, 400 kilos eran de oro.
Entre sus atractivos turísticos están el Centro Histórico, la Parroquia de Nuestra Señora del Rosario, las playas del Caimanero, la laguna del Iguanero, el malecón del Río Baluarte, las minas de El Tajo, la casa de Lola Beltrán, el Museo de la Cultura Totorame y ahora el nuevo Museo Lola Beltrán.
La población se encuentra rodeada de parajes naturales y comunidades indígenas; para llegar, la forma más sencilla es desde Mazatlán, pues es una carretera en línea recta que se atraviesa en alrededor de dos horas. En mayo podrás disfrutar la fiesta de la primavera, y en septiembre, el aniversario de la Devoción a Nuestra Señora del Rosario. Todo el pueblo se llena con actividades artísticas, gastronómicas y culturales.
¿Qué hacer en Cosalá, Sinaloa?
Cosalá es una localidad sinaloense situada en la región centro-oriental del estado. Como muchos otros pueblos mineros mexicanos, vivió el esplendor de la época de bonanza del oro y de la plata. Las manifestaciones del arte prehistórico, como pinturas rupestres y petroglifos, indican que el actual territorio de Cosalá estuvo habitado por tepehuanes, acaxees y xiximies. Los españoles llegaron en 1531 a Cozatl o «Lugar de Guacamayas» y se percataron casi de inmediato de su riqueza minera.
Cosalá cuenta con un inventario de más de 250 construcciones históricas, entre las que sobresalen la iglesia parroquial, la capilla de Nuestra Señora de Guadalupe, que es la edificación más antigua, antes llamada iglesia de San Francisco Javier; y la Presidencia Municipal, cuya sede es una espléndida mansión tradicional, así como lo son también la Quinta Minera y la Casa de Don Francisco Iriarte. Sin olvidar la Casa del Cuartel Quemado y el convento de los Jesuitas
La Plaza de Armas y las edificaciones religiosas de sus alrededores, entre las que destaca el templo de Santa Úrsula, atraen a los visitantes con su sobria belleza. Ello, unido a sus paisajes naturales -como la Reserva Ecológica del Mineral de Nuestra Señora, donde está la segunda tirolesa más grande del país-, las leyendas de la localidad y su rica gastronomía, hacen de Cosalá un destino inolvidable.
¿Qué hacer en Mocorito, Sinaloa?
Es muy valiosa la gastronomía regional. Aquí nació el chilorio como lo conocemos hoy. Además, producen chorizo, jamoncillos y bizcochos de trigo y de maíz (bizcotelas, mestizas, empanadas, coricos y suspiros). Un sitio obligado, sin duda, para los amantes de la comida.
Además, cuenta con 80 casonas catalogadas y monumentos, mientas que su Templo de la Purísima Concepción conserva 14 grabados del siglo XVI.
La Plazuela Hidalgo está adornada de palmeras y árboles frutales, en frente se encuentra el Templo de la Purísima Concepción, en cuyo interior se resguardan 14 grabados del siglo XVI representando el viacrusis. También frente a la plaza está la Presidencia Municipal con su impresionante mural Granito de Oro.
Se puede seguir el recorrido a través de casonas históricas como: la Casa de las Diligencias, la Hacienda de la Familia Riveros, y el Hotel Inzunza, entre muchas otras.
¿Qué hacer en El Fuerte, Sinaloa?
El Fuerte se ubica en las riberas del río del mismo nombre y es un lugar de paso del famoso tren Chepe, que hace un interesante recorrido a lo largo de las impresionantes Barrancas del Cobre. Pero ojo, permanecer en este Pueblo Mágico será por demás grato, y es que tiene una hermosa Plaza de Armas con un quiosco de herrería que está rodeada de los tradicionales portales que denotan la herencia colonial.
Hay varias construcciones coloniales interesantes, como el Templo de San Juan de Carapoa que data del siglo XVIII y el Templo del Sagrado Corazón de Jesús. La Casa del Resbalón es una antigua casona que tiene una leyenda muy conocida en el pueblo, ya que se dice que aquí es donde nació Diego de la Vega, mejor conocido como El Zorro.
No te vayas de este Pueblo Mágico sin probar el platillo indígena guacabaqui, con zanahoria, garbanzo, elote, calabazas, papas, col, acelgas, y carne de cerdo o res, sazonados con chile de árbol.