Sedena envía 600 soldados para combatir la violencia en Sinaloa
La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) ha desplegado un total de 600 militares en Sinaloa como parte de los esfuerzos para enfrentar la reciente ola de violencia en el estado.
Estos elementos forman parte de dos batallones que han llegado a la capital sinaloense, sumándose al operativo de seguridad ya existente.
Refuerzo militar para combatir la inseguridad
Los 600 elementos del ejército enviados tienen como misión apoyar la estrategia de seguridad implementada por los tres órdenes de Gobierno, en un esfuerzo coordinado para combatir la inseguridad en Sinaloa.
La Sedena busca con este despliegue reforzar el control en las zonas más afectadas por los recientes hechos violentos, brindando seguridad a la población.
Declaraciones del gobernador Rocha Moya
La Sedena informó que este despliegue es parte de las acciones conjuntas que se llevan a cabo para asegurar la paz y estabilidad en el estado.
En un comunicado, se indicó: “Les informo a las y los sinaloenses que han arribado a la capital del estado dos batallones, un total de 600 elementos del ejército, que se suman al operativo de seguridad activo, con el objetivo de reforzar la estrategia coordinada entre los tres órdenes de gobierno para combatir la inseguridad en el estado”.
[¿YA CONOCES EL CANAL DE WHATSAPP DE UNO TV? Da clic aquí, síguenos y obtén información útil para tu día a día]
¿Qué pasa en Sinaloa?
Unas 53 personas han muerto y otras 51 están desaparecidas en el estado mexicano de Sinaloa desde que facciones rivales del Cártel de Sinaloa comenzaron a enfrentarse a principios de septiembre, dijeron las autoridades locales el viernes.
El detonante del conflicto entre los dos grupos más poderosos del cártel se remonta a julio, cuando el legendario traficante y líder de una de esas agrupaciones, Ismael el “Mayo” Zambada, fue detenido en Estados Unidos.
El emblemático capo, de 74 años, afirma que un miembro de alto rango de la otra facción, “Los Chapitos”, lo obligó a subir a una aeronave en la que lo llevó a Estados Unidos contra su voluntad.
Desde que estallaron los enfrentamientos el 9 de septiembre, los tiroteos han alterado la vida en la capital estatal, Culiacán, donde las escuelas han tenido que cerrar algunos días y restaurantes y tiendas han acotado sus horarios de servicio.
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, dijo el jueves que Estados Unidos era en parte responsable de la inestabilidad, haciendo referencia a supuestas conversaciones de rendición previa entre funcionarios estadounidenses y Joaquín Guzmán López, el traficante señalado de entregar a Zambada.
Funcionarios estadounidenses han confirmado en privado que mantuvieron conversaciones con Guzmán, pero el embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, dijo el mes pasado que las autoridades de su país se sorprendieron al descubrir a Zambada en suelo estadounidense.
