Una tierna historia de cariño y empatía hacia los animales, que comparten el mundo con nosotros, ocurrió en San Luis Potosí, donde un perrito callejero, al que nombraron Coyotito, fue integrado al grupo de Guardia Externa de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC) estatal.
Así adoptaron a Coyotito
Coyotito llegó hace poco más de un año, cuando apenas era un cachorro. En un principio, habría intentado integrarse a una manada de perros que había en el estacionamiento del complejo de seguridad, pero no fue bien recibido y los otros canes lo ahuyentaron; incluso, no permitían que comiera o tomara el agua que las personas en el lugar les daban.
Sin embargo, su destino estaba por cambiar, ya que el aún cachorro se resguardó del frío metros adelante, en la caseta de los policías de la Guardia Civil estatal. Los oficiales relataron que, al principio, el cachorro se mostraba con miedo y sumiso, pero con los días, Coyotito, como fue bautizado, fue “agarrando confianza” y los uniformados comenzaron a compartirle de su comida e, incluso, a comprarle croquetas.
Fue así como, de ser excluido por los otros perros, Coyotito fue sintiéndose como si estuviera en su casa y a familiarizarse con los rondines de vigilancia, pues cuando salen a patrullar, el can los acompaña y escolta a algunos oficiales hasta que llegan a sus vehículos.
Además de ser adoptado por los elementos de la SSPC de San Luis Potosí, Coyotito porta un pequeño chaleco como símbolo de identidad y pertenencia a la corporación estatal.
Tras darse a conocer su adopción por la instancia de seguridad estatal, Coyotito recibió, hace unos días, un servicio de aseo y limpieza gratuito que la SSPC agradeció en sus redes sociales con fotos del can, donde lucía muy pulcro después de su regalo.