Es la temporada de verano en las playas de Cancún y la Riviera Maya de Quintana Roo, que ya se ve amenazada por el aumento en los casos de COVID-19 y el recale masivo de sargazo en las costas del estado.
De acuerdo con autoridades, este año se han recolectado 16 mil toneladas de sargazo sobre los arenales del litoral quintanarroense, y otros mil más en el mar, lo que ha empeorado por las condiciones climáticas recientes.
“Se están rehabilitando, porque durante el temporal no es posible mantener las barreras antisargazo ni que naveguen las lanchas sargaceras, entonces obviamente es recuperación sobre la playa que se duplica, se multiplica por los vientos que hace que recale este sargazo a las playas”.
Carlos Joaquín González, gobernador Quintana Roo
Además, el repunte en los casos de COVID-19 en Quintana Roo mantienen a la entidad en color naranja del semáforo epidemiológico estatal.
“En Cancún se ha logrado estabilizar, estamos en fase de crecimiento en Cozumel, y en Chetumal tenemos hoy números altos de contagios”, agregó el mandatario.
Prestadores de servicios turísticos lamentan que la conjunción de las dos grandes problemáticas ya esté impactando el arribo de visitantes. Los turistas han dejado de llegar al conocer por las redes sociales las condiciones en las que se encuentran las playas.
“Sargazo y la pandemia, se juntó todo, estamos esperando que se vuelva semáforo amarillo para que regresen los turistas y haya más restaurantes y hoteles”.
Mario Alberto, prestador de servicios turísticos Tulum
Tan sólo en 2019, se recolectaron en Quintana Roo 85 mil toneladas de sargazo y las autoridades pronostican que este 2021 será el peor año por la llegada masiva de la macroalga.