Mónica Huerta es la abogada que llevó por primera vez a un maltratador de animales a la cárcel acusado de la muerte de Athos y Tango, perros de rescate y asistencia emocional que fueron envenenados en Querétaro en 2021, un caso que dio la vuelta al mundo.
“El caso de Athos y Tango fue una lucha constante para poder llegar a lo que se logró. Sí hay un antes y un después, son perritos que en muerte siguen salvando, ahora van a salvar perritos porque crearon un camino de voz para aquellos perritos que son maltratados”.
Mónica Huerta, abogada animalista.
Te recomendamos: Diputados elevan penas contra violencia ácida; aprueban castigar ataques con más de 22 años de prisión
Con siete años de practicar la abogacía, dentro del gremio se enfrentó a burlas y críticas por ser defensora de los animales. A pesar de todo, ella asegura sentirse orgullosa
“Hoy en día, todavía hay comentarios como, ‘ahí hay un perro, no lo quieres rescatar’. Me gusta mucho ser la voz de ellos, me gusta tal vez haber marcado un antes y un después, es el resultado del trabajo”.
Mónica Huerta, abogada animalista.
Aunque este caso dejará su nombre marcado en la historia penal de México, la abogacía no fue su primera elección de vida: “Me metí a estudiar diseño gráfico, soy diseñadora gráfica como mi primera profesión“, confiesa Mónica.
También puedes leer: “Pay de Limón”, el lomito viral de México, será sometido a cirugía de emergencia
Además de Querétaro, actualmente defiende casos de violencia contra animales en la Ciudad de México, Estado de México, Jalisco, Baja California y asesora uno más en Chile.
“Hoy en día, atiendo y asesoro un caso en Chile que he estado colaborando e incluso ya están investigando cómo puedo ir a litigar allá; para mí es un honor”.
Mónica Huerta, abogada animalista.
Defender a los animales se ha convertido en su vocación, pero principalmente en una forma de rendir homenaje a quien fuera su primera mascota: “Blondie”.
Quizá te interese: Detienen a otras 4 personas relacionadas con el brote de meningitis en Durango
“Yo tuve, en alguna ocasión, joven, una perrita cocker, que fue como mi perrita de infancia, duró conmigo 15 años. Ella y yo éramos uno mismo y siempre tuve un tema porque ella murió a consecuencia de una operación. Tenía cierta deuda moral, tal vez”.
Mónica Huerta, abogada animalista.
Tras lo logrado con el juicio de Athos y Tango, hoy Mónica Huerta participa en las reformas a la Ley de Maltrato Animal en Querétaro, asesora múltiples casos a nivel nacional e internacional y está próxima a iniciar el segundo juicio penal contra un asesino de animales en Querétaro.