La localidad de San Pedro Benito Juárez, ubicada a unos 11 kilómetros del cráter del volcán Popocatépetl, en Puebla, es una de las 24 comunidades que podrían ser desalojadas en caso de que el semáforo de alerta volcánica cambie a Rojo Fase Uno.
Desde hace 17 días, debido a la intensa actividad de “Don Goyo”, en la zona no deja de caer ceniza, por lo que las clases en las escuelas se suspendieron.
“La caída de ceniza es más continua… se ven afectadas sobre todo la respiración, lo que es garganta, nariz y ojos”, señala Teresa Guevara León, quien es directora de Primaria en San Pedro Benito Juárez
“En esta situación, en estas comunidades, es mucho más difícil el trabajo en línea. Es trabajar a través de cuadernillos donde los maestros les mandan actividades a los niños. Estamos pendientes de venir a checar y citamos a los niños o los padres de familia que son los que traen las libretas”, enfatiza.
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Los habitantes de San Pedro Benito Juárez están acostumbrados a convivir en medio de la actividad del volcán, aunque durante las últimas dos semanas reconocen que se volvió más intensa de lo normal.
Las explosiones acompañadas de material incandescente y emisiones de ceniza cimbran todos los días las puertas y ventanas de las casas.
Tras superar la etapa más complicada de la pandemia por COVID-19, la gente de la región suspendió el uso de cubrebocas, sin embargo, este repunte en la actividad del volcán ha obligado a niños y adultos mayores a volverlo a utilizar.
Además, todos los días barren sus banquetas, escaleras y techos, pues la ceniza se acumula en gran cantidad.
“Trato de no salir de casa porque (la ceniza) sí causa graves daños. Me ha dolido la garganta; (los tinacos) los tapamos con láminas o con bolsas para que no les caiga ceniza porque sí cae bastante”.
Testimonio de Jessica, madre de familia.
La gente realiza sus actividades cotidianas de manera normal, incluso hay quienes pastorean en los alrededores, mientras otros apoyan con labores de obra pública en la comunidad.
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Saben que ante una emergencia deben salir con prontitud por la ruta de evacuación Número 7 que se encuentra debidamente balizada y pavimentada.
La SEP en Puebla informó que son ya 22 los municipios que suspenderán clases presenciales, en todos los niveles educativos, hasta que la actividad volcánica disminuya.
Al menos a 56 mil personas de 24 comunidades de seis municipios se les podrían ser desalojar en caso de que el semáforo de monitoreo cambie a rojo.
Mientras, el gobierno del estado tiene preparados 200 albergues para recibir a las personas y las 10 rutas de evacuación se reportan en buenas condiciones.
