La comunidad de Santiago Acatlán, tierra de artesanos en el municipio de Tepeaca, que se localiza a 45 minutos de la capital de Puebla, es un lugar considerado la cuna de los nacimientos navideños y figuras religiosas.
Desde hace más de 50 años, alrededor de 300 talleres se dedican a la elaboración de figuras artesanales y esta actividad es el sustento de la mayoría de las familias de la comunidad.
Una familia que trabaja figuras de alta calidad de exportación
UnoTV.com visitó el taller de la familia Huerta Méndez, quienes con el paso de los años han perfeccionado la calidad de las piezas, a tal grado que su realismo ha llamado la atención en países como Italia, España y Cuba.
Anteriormente, las figuras se realizaban con yeso, hoy para perfeccionar la calidad de materiales se usa resina y fibra de vidrio, así lo explica Irene Méndez, encargada del taller.
“La resina es un material resistente muy fuerte, que no se daña tan fácilmente ni con los raspones, aparte de la resina hay un material mucho más resistente, se utiliza la fibra de vidrio, pero la fibra de vidrio la trabajamos en piezas grandes, a partir de las piezas de 80 centímetros hasta las que nosotros trabajamos de 2 metros”.
Irene Méndez Moreno, artesana de Santiago Acatlán
Después de la pandemia volvieron a trabajar piezas y figuras
Tras la reactivación económica posterior a la pandemia, los talleres de Santiago Acatlán volvieron a producir miles de piezas. En el caso de la familia Huerta Méndez también exportan, siendo la figura del Niño Dios la más solicitada.
“Este año fue muy bendecido aproximadamente, estuvimos mandando a Estados Unidos de niño Dios unas mil piezas por cada tamaño. Es un trabajo artesanal, todo se hace a mano, los materiales que manejamos son muy sencillos”.
Irene Méndez Moreno, artesana de Santiago Acatlán
En los talleres se realizan tareas de moldeado, secado, pintado, detallado y venta, las familias trabajan en equipo para elaborar piezas artesanales navideñas, así como figuras religiosas.
Artesanos de la comunidad se sienten orgullosos de su trabajo, tal y como lo comenta Janet Barrales.
“Yo pienso que es algo muy significativo, una imagen, un niño, o cualquier figurita de las que le tengan mucha fe, es algo muy bonito y sobre todo saber que está trabajado con nosotros, pues es mucho más bonito”.
Janet Barrales Rojas, artesana
Es así como el trabajo de estos artesanos poblanos traspasa fronteras y generaciones, pues esperan que sus hijos y nietos continúen el oficio que ha sacado adelante a las familias de la comunidad.