En Puebla, Brandon Burgos Vargas, un niño con tan sólo 11 años de edad, lleva más de 12 meses tatuando personas en su tiempo libre en la capital del estado; apoyado por su papá, se ha ganado el respeto y la popularidad de su comunidad.
¿Qué se sabe de Brandon, el niño tatuador en Puebla?
Entrevistado por agencias reconocidas en Europa y medios nacionales, la popularidad de Brandon no merma su sencillez ni la inocencia que representa su edad: 11 años, los cuales, lejos de limitarlo, con trabajo y dedicación, lo han convertido en un realizador de tatuajes con talento y gran proyección.
El niño de sólo 11 años de edad dijo que aprendió el oficio viendo a su papá Jesús Burgos, quien tiene un estudio de tatuajes y ha sido el encargado de guiarlo en este pasatiempo, donde se ha dado a conocer luego de que muchos usuarios en Puebla, y el propio estudio donde diseñan en familia estos tatuajes, hicieran virales las fotos y videos de Brandon.
Su padre asegura que es sólo un pasatiempo y que lo más importante actualmente para Brandon es ir bien en la escuela, pero que en los ratos libres han podido equilibrar y realizar algunos diseños. Para Brandon, el interés por tatuar surgió a los 9 años, cuando vio a su papá.
Desde siempre, Brandon mostró un particular gusto y talento por el dibujo. Inició ayudando a preparar las mesas para los tatuajes en el estudio y después empezó a hacer los esténciles, diseños finos que no requieren tanta profundidad.
Desde pequeños trazos hasta búhos y cráneos, son algunos de los diseños que Brandon Burgos, el niño de tan sólo 11 años de edad, ha plasmado en la piel de las personas, siempre bajo la supervisión de su padre y su ojo clínico.
Brandom, el niño tatuador en Puebla, empezó a practicar en cáscaras de fruta y piel sintética, para que, posteriormente, aún con el nervio presente, realizara su primer tatuaje: el antebrazo de su padre, el cual le sirvió como lienzo humano para hacer un cráneo de 10 centímetros.