Un niño de Oaxaca de 12 años de edad, quien habría sido enganchado a través del videojuego Free Fire, fue rescatado por la Secretaría de Seguridad Pública estatal.
El menor originario de Tlaxiaco había sido reportado como desaparecido por sus padres luego de que saliera de su casa este domingo y no regresara.
El niño, de identidad resguardada por tratarse de un menor de edad, presuntamente, entró en contacto con aparentes delincuentes al jugar el videojuego Free Fire, y fue “reclutado” con el mismo modus operandi de otros casos similares.
Así engancharon al niño mediante el videojuego
Mientras jugaba el videojuego Free Fire, el menor intercambio números de WhatsApp con otro presunto menor de edad a través de esta App, con quien se habría quedado de ver en otro estado del país, por lo que salió de su casa dejando, como en otros casos, una nota a sus padres.
Los papás del chico, al percatarse de la ausencia del niño, indagaron y entre sus cosas, lograron dar con la conversación y otros indicios del contacto que había hecho su hijo a través del videojuego.
Como en situaciones similares, los padres alertaron a las autoridades, mientras que su hijo se desplazaba lejos de su casa hacia la capital oaxaqueña; sin embargo, la Secretaría de Seguridad Pública oaxaqueña indicó que, mediante la coordinación con el número de emergencias 911, los centros de mando C4 y C2, así como la Policía Vial estatal, se logró localizar al niño en la capital.
Otro caso de secuestro usando el mismo videojuego
Apenas hace unos meses, a principios del mes de octubre del 2021, cinco niños en Oaxaca que fueron contactados también a través del videojuego Free Fire fueron rescatados en Santa Lucía del Camino luego de haber sido secuestrados.
- Entre los 11 y 14 años, los cinco menores ingresaron a un grupo de WhatsApp que encontraron cuando jugaban el videojuego Free Fire, mediante el cual les habían ofrecido trabajar para el Cártel del Golfo del Noreste debido a su gusto por las armas y la idea de ganar dinero fácil.
Uno de los niños, incluso, le dejó una carta a su familia donde explicaba que se iría a trabajar a Monterrey, Nuevo León, pero les enviaría mucho dinero producto de su trabajo, ante lo cual, sus padres comenzaron a publicar fichas de búsqueda en redes sociales. Los niños lograron ser rescatados gracias a la ubicación de uno de los teléfonos celulares que llevaban.