Un hombre que quería un cambio en su boleto de viaje en autobús enloqueció al no conseguir lo que deseaba y fue captado por una cámara de seguridad cuando rompía los vidrios de la taquilla, pero, tras cortarse, necesitó de una ambulancia en Huatulco, Oaxaca.
Las imágenes del video dan cuenta de cómo un hombre que se encuentra en una terminal de autobuses se molesta con la respuesta de la empleada ante una solicitud para modificar el boleto de un viaje y enloquece, tornándose muy agresivo.
A CONTINUACIÓN, EL VIDEO QUE DA CUENTA DEL MOMENTO:
ADVERTENCIA: EL SIGUIENTE MATERIAL AUDIOVISUAL CONTIENE VIOLENCIA EXPLÍCITA Y PALABRAS ALTISONANTES. SE RECOMIENDA DISCRECIÓN.
Ante la negativa para el cambio de viaje, el hombre enloquece inesperadamente y estrella un bote de aparente gel antibacterial contra el vidrio de la taquilla que se hace pedazos, mientras insulta a la mujer, ocasionando que las personas que esperan, incluidas dos mujeres con niños salgan con temor de la terminal ante la conducta agresiva del sujeto.
No contento con eso y ante la sorpresa de la taquillera, el hombre inconforme va hasta la puerta de entrada de la taquilla y se alcanza a distinguir cómo patea la puerta y rompe otros cristales de la cabina donde se compran los boletos de viaje con su mochila.
Ante el grito de la mujer de “¡Que le pasa!” y sin dejar de insultar a la empleada de la terminal de autobuses, de pronto el hombre se da cuenta de que, tras romper los cristales, se cortó un brazo con los mismos y pide a la mujer que agredía: “Llama una ambulancia porque me estoy desangrando…”, “Llama una ambulancia en serio”.
La actitud del agresor cambia radicalmente al verse herido y vuelve a pedir: “Llame una ambulancia señorita en serio”, “Por favor llame una ambulancia”.
El hombre que enloqueció asustado exclama: “Yo me voy a morir acá”, “Una ambulancia, por favor, una ambulancia”, mientras aparentemente la empleada llama a alguien y le refiere lo sucedido.
“Me estoy desangrando, señorita” continua el hombre, se puede ver cómo de su brazo, escurre sangre y la empleada de la terminal de autobuses por fin le dice que ya va en camino, aunque el hombre desesperado grita.
Hasta el momento se desconoce el estado de salud del sujeto y si fue, además, acreedor a alguna sanción ante su conducta agresiva por la que él mismo reconoce, al final de la grabación, que se está desangrando.