Gustavo es un joven de Juchitán, Oaxaca, que nació sin poder escuchar o hablar, pero siempre ha sentido el ritmo y le gustó bailar. A sus 20 años, cumplió su sueño de presentarse en el segundo “Lunes del Cerro” en la Guelaguetza, la máxima fiesta cultural de los oaxaqueños.
Desde niño, mostró sus gustos por la danza, pero debido a su discapacidad, en un principio fue rechazado para pertenecer a un grupo de danza, pero su tenacidad y pasión por la danza lo llevaron a conquistar los corazones de sus compañeros y maestros.
Isla Sugey, es compañera de baile de Gustavo y ha sido fundamental para el desarrollo del joven. Durante los ensayos fueron perfeccionando sus movimientos y la manera de comunicarse, para que los pasos estén bien coordinados.
“Nos entendemos por medio de gestos faciales, por medio de señas, con mis dedos nos vamos guiando para dónde voy, ya nada más le alzo un dedo o el otro y ya él está al pendiente, está siempre al pendiente de mis dedos hacia dónde lo voy a señalar, que él sepa en qué posición se va a colocar”.
Isla Sugey Martínez, compañera de baile de Gustavo
Su madre, Sebastiana Morgan Alegría, lo ha acompañado siempre, ha sido su guía y su apoyo, quien se siente orgullosa de que su hijo, finalmente cumpla su sueño.
“Para el baile se necesita mucho oír, y pues, la primera vez que lo vi me daba miedo de que él iba a fallar, fallar al grupo, ¿por qué?, porque pues, iban, salían, se presentaban en el centro, en las fiestas, en varios lugares donde los llevó el maestro y pues ése era mi miedo, pero cuando por primera vez lo vi, pues dije, no, Gustavo sí puede…”
Sebastiana Morgan Alegría, madre de Gustavo
Para toda la familia, Gustavo es un triunfador, porque ha sabido romper las barreras que lo limitaban, y su persistencia lo llevó a alcanzar su sueño.
“Siempre veía ahí ese domo que se ve en la tele no, la Guelaguetza y todo, yo quiero ir ahí, dice, me hacía señas, yo quiero bailar hasta ahí dice, ay mi hijo le dije, ¿cómo crees?, sí dice cuando yo esté grande voy a ir ahí, bueno le dije, está bien, pero, pues no pensé que este año va a ser su sueño”.
Sebastiana Morgan Alegría, madre de Gustavo
En su quehacer diario, Gustavo se dedica a trabajar de mototaxista, y en sus ratos libres practica la danza, bailando al ritmo de los sones del Istmo de Tehuantepec.