La Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH) avanza en la elaboración de una vacuna mexicana contra el COVID-19, la cual se encuentra en segunda fase de desarrollo y se prevé, esté lista para su uso en octubre de 2021.
Es un biológico tipo “mosaico” conformado por diferentes fragmentos de las distintas proteínas que forman al virus; estos se eligen a través de softwares computacionales especializados que indican cuáles partículas de proteínas del virus pueden ser útiles para que el sistema inmune los detecte y comience a desarrollar anticuerpos.
“Se le llama de mosaico porque tomamos fragmentos de diferentes partes de las proteínas y armamos una proteína híbrida, no natural, con diferentes fragmentos; que el sistema inmune del paciente, lo que estamos esperando que haga es que los tome, tome esos péptidos y genere anticuerpos contra ellos”.
Alejandro Bravo Patiño, profesor investigador de la UMSNH en el centro multidisciplinario de estudios de bio tecnología
Además aseguró que, se generaron anticuerpos y lo más importante en enfermedades virales para los que se desarrollan vacunas como esta que “no hay un tratamiento eficaz, es que también se genere linfocitos T, anticuerpo neutralizante por un lado y linfocitos T por otro, que sería lo máximo en defensa en un organismo contra un agente patógeno“.
Los anticuerpos neutralizantes evitan que el virus se multiplique en el cuerpo, pero si el virus logra burlar esa barrera, entran en acción los linfocitos T, que “patrullan” el organismo y cuando encuentran una célula donde se replique el Sars-CoV-2 la destruyen para evitar que el virus se siga desarrollando.
La ventaja de esta vacuna mexicana frente a las creadas en el extranjero, y que actualmente se aplican en el país, es que, al componerse de diversos fragmentos de proteínas del virus, tiene mayores posibilidades de conservar una alta efectividad frente a las mutaciones que genere el Sars-CoV-2, como las descubiertas en Reino Unido, Sudáfrica y Brasil.
“Si alguna de las mutaciones cae en algunos de los fragmentos que metimos en la vacuna, la vacuna no bajaría a una efectividad del 10%, se mantendría muy alta, en un 75 – 80% de protección en lo que se corrige el diseño de la vacuna se cambian las dos moléculas que cambio el virus para volverla a subir al máximo la protección con la vacuna”.
Alejandro Bravo Patiño, profesor investigador de la UMSNH en el centro multidisciplinario de estudios de bio tecnología
Se tendría un tiempo de respuesta mucho más corto que con la vacuna, aseguró. Es decir, un tiempo de respuesta mucho más corto para adecuar la vacuna que si empezaras de cero, – que es lo que van a tener que hacer- algunas farmacéuticas con las variantes que están apareciendo.
Una vacuna similar también es desarrollada por una “farmacéutica grande norteamericana” que emplea un mismo diseño pero con diferentes péptidos, por lo que existe la posibilidad de colaborar con dicha empresa para elaborar las dos vacunas tipo mosaico, producirlas y comercializarlas.
Para esta vacuna está prevista la aplicación de una dosis anual por tres años consecutivos, suficientes para inmunizar de por vida.
Su desarrollo, costeado únicamente con recurso de la universidad, se encuentra en la fase 2, que consiste en pruebas en animales. En la fase 3 se experimentará con humanos y se prevé que en octubre próximo quede finalizado el prototipo de esta vacuna mexicana y michoacana.