Los habitantes del municipio de Madero, Michoacán, decidieron tomar medidas enérgicas contra el huachicoleo de agua que afecta gravemente su comunidad.
“Luchar por defender este árbol que estoy aquí, estamos corriendo un riesgo gravísimo de que acaben con nuestra vida, por andar protestando y exigiendo por la necesidad que tenemos lo que al gobierno le corresponde”.
Francisco Gómez, habitante de Villa Madero y defensor ambiental
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Pobladores desmantelan las tomas ilegales
Cansados de sufrir la escasez de agua, los pobladores se organizaron para desmantelar las tomas de agua ilegales. Los huerteros de aguacate y berries han colocado las tomas sobre el caudal de un río y una presa que abastece a los poblados del municipio ubicado a 51 kilómetros de la capital del estado.
Acompañados por la Policía Municipal, habitantes de 13 comunidades recorrieron 5 kilómetros de zona boscosa de difícil acceso, para desactivar bombas conectadas a tuberías y mangueras que desvían el líquido hacia las plantaciones de aguacate, arándano y zarzamora.
“Lo que pasa es que está mal administrada, porque si hay agua, pero está mal administrada, hay gente que la agarra toda y los que estamos más lejos de los caudales, de los nacimientos no nos llega”.
Habitante anónimo
Julio Santoyo Guerrero, activista ambiental, refiere que “el código penal, al parecer el artículo 302, establece claramente que es cárcel de 6 meses hasta 9 años a quienes obstruyan los cauces de agua que alimentan a una población, pero además, todas las ollas son ilegales”, señala.
De acuerdo a expertos, en Madero hay cerca de 850 ollas de agua para riego irregulares, situación que, dicen, debe ser investigada, pues junto al desvío de agua de ríos, representa un grave delito.
Las autoridades municipales y las comunidades han propuesto que el agua se distribuya en un 80% para el consumo en viviendas y en un 20% para los campos de aguacate y berries.
Se apagaron las bombas clandestinas
Las bombas sobre el caudal del Río Poruas, donde nace la cuenca Curucupatzeo, se apagaron. También se pidió a los propietarios responsables del saqueo, que acudan a una reunión entre productores y habitantes. Los pobladores desean llegar a un acuerdo, pues, de lo contrario, se retirará la maquinaria.
“Sí, este es un aviso que se les deja al dueño de la bomba, donde se le pide que se presente a esta reunión del 26 de abril a las 10 de la mañana. De no hacerlo, también le aviso, de no hacerlo, toda esta gente viene decidida a tomar bombas, quitar ollas, bombas y denunciar”.
Testimonios
Junto a la presa hidroeléctrica de San Pedro, la comitiva encontró una pesada bomba subterránea que abastecía a una huerta de aguacate. La bomba fue extraída y asegurada por los elementos policiales.
A lado de los huertos, los pobladores también detectaron ollas ilegales con el agua que no llega a sus comunidades. Con tristeza e impotencia, ven las grandes cantidades de agua que los empresarios agrícolas acaparan.
“Nos da coraje, tristeza, de ver que nosotros en nuestros domicilios no tenemos agua y la encontramos precisamente en estas ollas grandes, aquí es donde nos la retienen y que de cierta manera no la tenemos para tierras abajo, ni para los animales, para tomar, de hecho esta genera la luz que tenemos allá. Esta olla almacena aproximadamente unos 3 millones de litros de agua”.
Coordinador de los comités de defensa ambiental de Madero
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