En el estado de Michoacán, ocurre un enjambre sísmico, que es un conjunto de temblores pequeños, de los cuales algunos son imperceptibles para el ser humano. Entre el 1 de mayo y el 8 de junio de este año, se han registrado 242 microsismos en la región del municipio de Uruapan y el corredor volcánico Michoacán-Guanajuato, seis de ellos con magnitudes mayores a cuatro, informaron académicos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Cabe resaltar que esta situación es una condición, pero no la única, para el surgimiento de un volcán, señalaron los expertos.
¿Qué dicen los académicos de la UNAM del enjambre sísmico en Michoacán?
Durante una videoconferencia, los investigadores resaltaron que estos fenómenos se presentaron en esa zona en 1997, 1999 y 2006, así como en los estados de Durango, Chiapas y la Ciudad de México, donde los movimientos surgen durante varios días y posteriormente cesan.
Carlos Valdés González, investigador del Instituto de Geofísica (IGf) y actual director del Centro de Estudios Mexicanos (CEM) UNAM-Costa Rica, consideró que la vigilancia y monitoreo de estos enjambres sísmicos es fundamental, ya que se trata de uno de los precursores del nacimiento de un volcán.
- Asimismo, detalló que pueden representar riesgos para la población local si se presentan acompañados de otros factores.
Sin embargo, aclaró que para que ocurra una erupción volcánica o el surgimiento de un coloso, se requiere actividad sísmica, deformación del terreno, emisión de gases, manifestaciones hidrotérmicas, así como alteraciones visibles.
“La principal pregunta que nos surge es la posible actividad volcánica, porque México es un país volcánicamente activo, especialmente en esa región, donde hay más de mil 200 volcanes pequeños en el llamado campo de volcanes de Michoacán-Guanajuato”.
Carlos Valdés González, investigador del IGf y director del CEM UNAM-Costa Rica
- El experto recordó que en esa zona surgió el Paricutín en 1943, al cual antecedió una serie de sismos.
Enjambres sísmicos en Michoacán
Del 1 de mayo al 8 de junio se registraron 242 microsismos en Michoacán, mientras que de enero a junio sumaron 305; además, en enero de 2020 también hubo enjambres sísmicos, por lo que a la fecha dan un total de 4 mil 102 sismos.
Por otro lado, Denis Xavier Francois Legrand, también investigador del IGf, precisó que aunque la ocurrencia del enjambre sísmico es una condición importante, no es la única para el surgimiento de un nuevo volcán.
- Ante esto, es importante la vigilancia científica constante de este fenómeno, que no se sabe cuánto tiempo puede durar, destacó el investigador.
“Estos enjambres, suponemos, están asociados al movimiento de magma, pero no siempre llegan a la superficie. Estos enjambres aparecieron en 1997, 1999 y 2006, y no llegó el magma a la superficie. Tal vez pasa lo mismo ahora, por lo que es muy importante seguir vigilándolos”
Denis Xavier Francois Legrand, investigador del IGf
El profesor de la Escuela Nacional de Estudios Superiores (ENES) Morelia, Luis Antonio Domínguez Ramírez, recomendó a los habitantes cercanos a la zona donde se han registrado los movimientos sísmicos, permanezcan atentos de emanaciones de gases, que también acompañan al surgimiento de actividad volcánica.
“La emisión de gases es hasta cierto punto fácil de detectar por el olor a azufre, así como las manifestaciones hidrotermales y afectaciones a la vegetación, que se secan cuando recibe temperaturas mayores a las acostumbradas desde el suelo, además de que contamos con el apoyo del Servicio Sismológico Nacional para los movimientos sísmicos”
Luis Antonio Domínguez Ramírez, profesor de la ENES Morelia
Vigilancia científica, fundamental en zona de enjambre sísmico en Michoacán
Finalmente, aunque los académicos consideraron que, aunque no hay información concluyente al respecto, es recomendable seguir una estricta vigilancia científica en la zona, estar pendientes de los mapas de riesgo y las recomendaciones de las autoridades de Protección Civil.