Más de un millón de tortugas marinas han sido liberadas al mar, desde el mes de agosto, como resultado del trabajo realizado por 27 campamentos tortugueros instalados en la costa de Michoacán.
Uno de ellos se encuentra en la comunidad de El Habillal, municipio de Lázaro Cárdenas, donde a cuatro meses de terminar el periodo de arribo y desove de quelonios, ya superaron las cifras registradas en la temporada pasada.
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“Ahorita, aproximadamente, llevamos alrededor de 900 nidos que han eclosionado; estamos hablando de unas 85, 88 mil crías que hemos liberado al mar; el 80 o 90% que logra nacer de los nidos están en el mar. Con estos resultados, ya rompimos las cifras del año pasado”.
Alonso Ramírez Galeana, presidente del campamento totuguero “El Habillal”.
En esta región del Pacífico Mexicano, cada año arriban a los campamentos de Aquila, Coahuayana y Lázaro Cárdenas, tres de las siete especies de tortuga marina: golfina, negra y laúd.
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El trabajo de conservación de la tortuga marina inicia desde la captación de nidos, mismos que son llevados a una zona de anidación construida a base de palos de madera y malla ciclónica.
Pese a los esfuerzos realizados, los quelonios siguen en peligro de extinción por la presencia de saqueadores.
“El saqueo, esa sí que es una parte que no se ha podido erradicar”.
Alonso Ramírez Galeana.
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Por ello, a la par de la recolección de nidos y liberación de tortugas, en este campamento se trabaja en la concientización ambiental por medio de visitas guiadas de escuelas, que van desde preescolar hasta nivel medio superior y superior.
Otra estrategia es la adopción de nidos por familias, lo cual le permite a la comunidad captar recursos para mantener sus acciones en pro de esta especie.
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