Son ya más de 15 días de confrontación. No hay un claro entendimiento con el Ejército asentado en Aguililla, advierte el párroco de la iglesia de Nuestra Señora de Guadalupe, Gilberto Vergara quien en entrevista refiere que la problemática en este municipio de Michoacán, continúa.
En las últimas semanas, pobladores de Aguililla, que exigen la intervención de autoridades han colocado un plantón a las afueras del cuartel de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), ubicado en ese municipio.
También se han confrontado en tres ocasiones con militares y recientemente abrieron zanjas en el helipuerto del cuartel con la misma consigna de exigir que la corporación federal garantice el libre tránsito.
El sacerdote opina que dichas confrontaciones hacen más difícil la reconciliación y pide no gastar energía en enconos, por el contrario, usarla para un fin común que es lograr la paz y la gobernabilidad en el municipio michoacano de Aguililla.
El pueblo está secuestrado, las carreteras están cortadas, son muy peligrosas, siguen cerradas de noche, no se han logrado aquel acuerdo respecto a que se iba a garantizar el libre tránsito cuando menos de día, a las personas que están en Aguililla. Estamos hablando de productores agrícolas, de diversos cultivos, todos económicamente muy importantes que no logran cruzar las fronteras estatales.
¿Abrazos y no balazos?
La política de seguridad expresada por el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador de no realizar confrontaciones ni violencia resulta inexistente en esta parte del país, el padre Gilberto Vergara opina que en un Estado de orden la estrategia podría funcionar, pero cuando reina la anarquía, el desorden, cuando hay violencia, es difícil poder llegar a un punto de equilibrio.
“Yo no puedo denostar en nada esta iniciativa presidencial de llevar las cosas así, como con más calma, con reconciliación y demás. Yo también me considero patriota, pacifista, pero ante una situación desbordada creo que primero hay que establecer el orden”.
Gilberto Vergara | Párroco en Aguililla
Expresa que el Estado necesita poner orden para que los habitantes puedan vivir, desarrollarse y transitar en paz, al igual que ser escuchada la sociedad michoacana.
Por desgracia, el conflicto que se vive en Aguililla no se trata de un berrinche o que estuviéramos haciendo alguna cosa no propia. Yo pienso que ahora se trata de defender nuestra dignidad, nuestros derechos, y hacerlo con una voz firme, porque hemos hablado de muchas maneras y no hemos sido escuchados.
Gilberto Vergara | Párroco en Aguililla
Combate a los cárteles
El gran ausente en estas situaciones es un combate a los cárteles, dijo el párroco, quien además explica que el gobierno actual no ha incluido ese tema en su agenda de seguridad.
Ni siquiera tiene como primer destinatario para poner un orden a los cárteles. Sabíamos que el gobierno en ninguna de sus propuestas está tocando ese punto y lo entendemos, tal vez el gobierno se ha da cuenta del tamaño de los contrincantes y menos quieren meterse.
Gilberto Vergara | Párroco en Aguililla
Estrategias fallidas
Felipe Calderón, Enrique Peña Nieto y ahora la administración de Andrés Manuel López Obrador han sido ensayo y error, han fallado en su estrategia de mantener el orden en Michoacán, y los michoacanos son los que están perdiendo.
Nosotros somos los que estamos perdiendo. Y aquí se ocupa algo muy bien pensado, muy bien estructurado y muy bien aplicado, porque de otra manera no nos sirve.
Gilberto Vergara | Párroco en Aguililla
El gobierno federal entregó su propuesta de desarrollo social. El presidente prometió apoyo a productores, esto en medio de la violencia que permanece por las disputas de Cárteles Unidos y Cártel Jalisco Nueva Generación.