En los límites de Michoacán y Jalisco se libra otra batalla, donde agricultores y pobladores han tenido que cambiar los machetes por las armas para defenderse de los cárteles que asedian la zona.
“Nosotros estamos cuidando lo que nos pertenece. Somos rancheros que nacimos aquí y tenemos nuestras vaquitas y todo eso. Vienen y nos arrebatan lo que es de nosotros, lo que con sacrificio hemos logrado, lo que son las vacas hasta las matan para comérselas”, destaca uno de los pobladores.
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Desde hace nueve meses, más de una veintena de hombres se han organizado para luchar contra los sicarios, quienes se valen de bombas arrojadas desde drones y la colocación de minas antipersona que van dejando a su paso.
Los recorridos los hacen a pie, con escopeta en mano.
“Desde que cayeron aquí el 25 de diciembre, empezaron a desterrarnos, a quitarnos todo lo que tenemos. Todo de lo que sobrevivimos, porque no vivimos, estamos sobreviviendo con nuestro ganadito, con nuestro maíz… ya ahorita no hay nada, ya todo eso nos lo quitaron”, destaca uno de los pobladores.
Tan solo en uno de los poblados de Zipoco, 60 familias han tenido que desplazarse a Los Reyes o Peribán, Michoacán, aunque se calcula que son más de 600 los desplazados junto con otras comunidades.
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“Aquí alrededor de 60 familias se han ido… ya ahorita, nomás quedamos nosotros, pues tenemos que tratar de ver si un día nos reconoce el gobierno y podamos sacar las vaquitas para pagar un año de renta, por allá por dónde nos vamos a vivir”, señala otro de los pobladores.
Los cerros de esta zona limítrofe han presenciado las batallas que han cobrado la vida de un número incalculable de personas y de especies de ganado, mientras que las viviendas, centros de salud y capillas, lucen abandonadas; los únicos pobladores son algunos animales que deambulan en las calles y plazas públicas.
Los habitantes desplazados piden que se instale un destacamento de la Guardia Nacional en la localidad de Las Pilas para evitar el avance de los cárteles, pues las autoridades locales poco o nada han hecho.