Abandonada, así luce la comunidad de “El Ahogado” en Michoacán
Las irrupciones de grupos armados, que a su paso han dejado minas terrestres y lanzado artefactos explosivos desde drones, provocaron el desplazamiento de la comunidad entera de “El Ahogado” en Michoacán.
Es en este poblado donde el miércoles perdieron la vida dos soldados del Ejército mexicano tras el estallido de una mina.
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Ahora es un pueblo fantasma luego de que en los últimos cuatro meses se intensificaron los ataques.
“Sacaron a la gente del rancho ya tiene cuatro meses, ya van a ser cinco. Sacaron a todos, no hay nadie allí; una persona no hay, allí se mantuvieron… Se hicieron dueños de los ranchos, las gallinas, vacas, todo… Un desastre”. Pobladores de La Cuchilla
Uno TV visitó la zona donde los únicos habitantes son el ganado que deambula solo, además de los soldados de la Secretaría de la Defensa Nacional que habilitaron un destacamento en la plaza principal, cuya techumbre fue atacada con dispositivos no tripulados.
Las viviendas, saqueadas en su mayoría, presentan impactos de bala en sus exteriores como en sus techos de lámina a causa también del estallido de las bombas lanzadas desde el aire.
Los pobladores recuerdan que desde hace unos años dejó de ser un sitio habitable.
“Nosotros, a la hora que queríamos llegábamos a nuestra comunidad y salía uno al campo sin ningún pendiente a buscar animales, a buscar el leño… Y ahorita ya tenemos unos añitos que ya no se puede”. Poblador de La Cuchilla
El único vestigio de civilización se encuentra en “La Cuchilla”, poblado ubicado a 10 minutos y que tampoco ha quedado exento de ataques y presencia de civiles armados.
Estas comunidades de Buenavista han aprendido a vivir con miedo, no solo de ser alcanzados por una bala o esquirla de explosivo, sino también de no pisar alguna de las tantas minas enterradas por los que se disputan la plaza.
¿No han pensado en irse ustedes?
“Si nos corren, pues qué más podemos hacer, si se nos viene encima qué hay que hacer…”
A 24 horas de la muerte de dos miembros de las fuerzas armadas, tanto autoridades estatales como federales mantienen la búsqueda y desactivación de artefactos explosivos enterrados.