Los llantos de sus familiares marcaron la conclusión del traslado de internos del Centro Federal de Readaptación Social, (CEFERESO) número 2 Puente Grande, en Jalisco.
Decenas de personas con veladoras despidieron a los reos que salieron a bordo de 10 camiones foráneos numerados, escoltados por vehículos tripulados por elementos de la Guardia Nacional.
En las afueras del inmueble, esta mañana se pudo ver a familiares que de manera simbólica portaron veladoras al momento de que los presos salían de Puente Grande, “para proteger su camino”.
“Las veladoras, dice usted, tratamos de que fueran algo de luz, y para desearles que les vaya muy bien, estarle pidiendo a Dios por ellos, y que los cuide y los proteja. Imagínese, la incertidumbre de no saber a donde los llevan, ninguna comunicación, ni nada… imagínese, el no saber, en cuanto a mi esposo, porque es mi esposo el que estaba aquí…”
Señaló una mujer que le daba su luz al camino de su esposo.
Con este traslado se cumple el decreto publicado en el Diario Oficial de la Federación, que ordena el cierre permanente y la desincorporación de la penitenciaria de alta seguridad, que en el marco del Plan Nacional de Desarrollo, que tiene como una de sus prioridades la “recuperación y dignificación” de las cárceles en México, a través de la atención de las necesidades de los centros carcelarios, tal como sucedió con Puente Grande.
El traslado comenzó durante las primeras horas del martes, con la movilización de Puente Grande a otros centros de los reclusos más peligrosos en un camión blindado, tipo Rhino, y en un helicóptero.
Al momento en las instalaciones del penal federal permanecen solo los empleados administrativos, de mantenimiento y algunos elementos de custodia, éstos serán reubicados en otros centros penitenciarios federales que determine el Comisionado de Prevención y Readaptación Social, según sus contratos laborales.