Hace dos semanas el sacerdote José Filiberto Velázquez fue víctima de un atentado cerca del municipio de Chilpancingo al cual sobrevivió. Hoy en día con el apoyo de otras iglesias, logró entregar cerca de 150 toneladas de ayuda hasta el Puerto de Acapulco.
El sacerdote es integrante de la diócesis de Chilpancingo-Chilapa y dirige el centro de Derechos Humanos Minerva Bello.
Conscientemente sabemos de los riesgos, así de que yo conscientemente decidí permanecer aquí en este estado con ese riesgo, eso por que sé de las necesidades que hay en estos momentos. José Filiberto Velázquez | Dir. Centro de derechos Humanos Minerva Bello
El miedo aún existe pero el sacerdote asegura que no se ausentó la fe y las ganas de sacar adelante a las víctimas qué dejó el impacto del poderoso huracán Otis.
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Es un temor, un miedo, pero que la necesidad de nuestros hermanos de esta región de la costa especialmente de Acapulco y Coyuca pues me dieron más esperanza para vencer ese miedo. José Filiberto Velázquez | Dir. Centro de derechos Humanos Minerva Bello
Gracias a los llamados de apoyo, en la Casa del Peregrino de Chilpancingo la llegada de camiones llenos con víveres, medicamentos y ropa es constante.
Por ello, el padre Fili se arma con su fe y realiza varios viajes a la semana a las diferentes colonias afectadas de Acapulco para entregar las ayudas a quienes más lo necesitan.