Con el fin de disminuir los contagios de coronavirus COVID-19, elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), acudieron a diferentes playas de Acapulco para solicitar a los visitantes que se retiren.
Restricciones en playas de Acapulco
En Acapulco se mantiene, desde el mes de enero, una prohibición para el uso de playas después de las 17:00 horas, a causa de la pandemia, sin embargo, algunos vacacionistas y comerciantes permanecen en la zona después de dicho horario.
Por ello, elementos del Ejército mexicano han acudido a playas de Acapulco a solicitar que se retiren para mitigar contagios de COVID-19.
En el caso de la playa El Revolcadero, se registró presencia baja de turistas, por lo que solo fue necesaria la presencia de una patrulla de la Policía Estatal, la cual permaneció de las 08:00 a las 18:00 horas en la franja de arena.
Sin embargo, no fue lo mismo en las playas que van desde el Hotel Princess, hasta la colonia Alfredo Bonfil.
Turistas no cumplen las medidas sanitarias
Los militares encontraron que los bañistas, además de no respetar los horarios, no cumplen con las medidas sanitarias, como guardar la sana distancia o usar cubrebocas.
En punto de las 16:50 horas los militares anunciaron, a través de un perifoneo, que se debían desalojar las playas, y 10 minutos más tarde tuvieron que ingresar a la franja de arena para evacuar a los turistas y prestadores de servicios para colocar una cinta amarilla con la finalidad de que se liberara el espacio y no hubiera aglomeraciones.
Por su parte la Secretaría de Seguridad Pública de Guerrero indica que “los policías y el personal del Gobierno de Guerrero piden a los turistas y lugareños portar el cubrebocas y respetar la sana distancia”, sin embargo, algunos no hacen caso a pesar de que la entidad está en semáforo rojo.
El pasado viernes 5 de febrero, el secretario de Turismo de Acapulco, José Luis Basilio Talavera, advirtió que en caso de que no se lograran controlar los contagios de COVID-19 en el puerto, en el próximo periodo vacacional se podría hacer un llamado para que no se visite el puerto.