En Guerrero, la terminal de autobuses de Acapulco dio chamba a un perrito callejero: lo nombró supervisor tras llegar un día, ponerse al lado de los pasajeros que subían o bajaban de los camiones y no irse hasta que el último descendía o abordaba.
¿Cuál es la historia del “Negro”, perrito supervisor en la terminal de autobuses de Acapulco?
“Firulais” o el “Negro” no es un perro cualquiera, se trata de un can con nombramiento honorífico de “supervisor de ruta” en la terminal de autobuses de avenida Ejido del puerto de Acapulco, su hogar desde hace año y medio.
Su historia fue compartida por páginas y organizaciones a favor de los derechos de los animales, así como de cuidados caninos, donde pudimos saber que trabajadores de la central camionera de Acapulco le comenzaron a dar agua y comida. Fue así como se convirtió en el fiel acompañante de todos los checadores, choferes, boleteros y auxiliares, con quienes creó un vínculo.
Ansioso de cariño y de tener un hogar, a todos les movía la cola y los acompañaba en sus recorridos por el área del andén, por lo que, en reciprocidad, todo el personal le dio un nombramiento honorario.
En la terminal de autobuses, a este perrito le otorgaron un gafete, como si fuera un colaborador más de la terminal, en reconocimiento al “Negro”, pues sin proponérselo es un auténtico supervisor cuando bajan o suben los pasajeros a un autobús.
En su gafete se lee:
“Terminal Ejido” “Firulais Aplana Calles” “Supervisor de Ruta”.
Se puede apreciar, mediante fotos o videos de quienes lo han captado, que el perrito luce orgulloso cuando acompaña a algún empleado a vigilar que todos los pasajeros aborden o desciendan de alguna unidad de autobuses que llega a la terminal de la avenida Ejido.
Nadie sabe la forma en la que acabó en la terminal, pues no se ponen de acuerdo si alguien lo llevó y lo abandonó, o si fue el hambre por estar en situación de calle, lo que lo impulsó a buscar comida ahí; lo cierto es que fue ganándose la confianza de los trabajadores de la central de camiones, a los que despedía con ladridos al concluir su turno y recibía a los que entraban a trabajar.
Hoy en día el “Negro”, perrito supervisor, forma parte de la familia de la terminal de autobuses del Ejido en Acapulco.