Colonias de Acapulco cumplen 10 días sepultadas entre tierra, piedras y lodo
Vecinos de la parte baja de la unidad habitacional El Coloso, en Acapulco, Guerrero, cumplen 10 días de que sus viviendas, comercios y vehículos quedaron sepultados bajo toneladas de lodo, tierra y piedras.
Estos aludes fueron arrastrados desde la parte alta del cerro por las intensas lluvias causadas por el huracán John a su paso por el puerto.
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Aseguran que hasta el día de hoy, ninguna autoridad le ha ofrecido apoyo.
En algunas calles, la tierra compactada alcanza hasta los dos metros de altura, haciendo imposible el tránsito de vehículos por la zona.
“Nadie nos ha venido a ver, le pedimos de favor que se den una vuelta, nosotros nos inundamos completamente. Necesitamos volteos y ‘retros’ porque esta tierra se tiene que sacar”, señaló Patricia García, una de las damnificadas.
“Mi casa está enterrada, se perdió todo. Esta calle, la verdad, estamos abandonados, hemos pedido ayuda, pero nadie nos ha echado la mano”, denunció, por su parte, Margarita, otra de las damnificadas.
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Lamentaron que al lugar tampoco ha llegado ni la ayuda humanitaria, ni la atención médica, pues ya comienzan a presentar enfermedades respiratorias y afecciones en los pies por el contacto con el agua estancada.
En la colonia Alejo Peralta, fundada hace 27 años tras el paso del huracán Paulina, en el puerto de Acapulco, cientos de familias fueron reubicadas y nuevamente en este 2024 han sido damnificados por el paso de John.
En la zona, algunos vehículos han quedado sepultados por las toneladas de arena que bajaron de la parte alta de los cerros de Acapulco Diamante.
“Metro, metro y medio, todos los vehículos fueron enterrados, pérdida total, y así como están las viviendas aquí enfrente, también de aquel lado, hacia atrás, pero de lodo y agua”, señalo Alberto Valerio, uno de los damnificados.
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Hasta estas zonas afectadas sólo han llegado voluntarios, como los bomberos de Nuevo León, quienes han logrado rescatar unos 60 vehículos en Acapulco y comunidades aledañas.
“Están azolvados. Nosotros traemos un vehículo tipo grúa, con eso estamos apoyando a retirar los coches y agilizar su chamba”, destacó Julián Rodríguez, del Grupo Nuevo León, Búsqueda y Rescate.
En otros puntos de la ciudad, con picos, palas y maquinaria, personal del Ejército Mexicano hace lo que puede, sin embargo, se necesita mayor apoyo y maquinaria para liberar las vialidades.
