En el Monasterio de Nuestra Señora de la Soledad, en Atotonilco, Guanajuato, once monjes benedictinos, que ahí habitan, son de los pocos personajes en el mundo que realizan exorcismos.
Ellos estudian bajo las reglas de San Benito, reconocido por la religión católica por sus múltiples milagros y por ser experto en realizar exorcismos.
“El exorcismo es una invocación a la Santísima Trinidad: al padre al hijo y al espíritu santo, para que por intercesión de San Benito contrarreste el ataque de espíritus demoniacos. Por eso es exorcismo, expulsión de espíritus malignos y la diferencia es que en sí algo bendecido a nombre de la santísima trinidad también trae ayuda pero esta es una ayuda específica del exorcismo para contrarrestar ataques malignos”.
Elías, monje.
Aunque estos monjes tienen la labor de combatir a los malos espíritus, su día es como en cualquier monasterio: comienza a las 4 de la mañana y a lo largo de éste realizan 11 oraciones, una misa y un rosario. Su día termina a las 8 de la noche.
“Nuestro monasterio es un monasterio benedictino de la orden de San Benito; es una orden muy antigua ya de más de mil 500 años. La vida benedictina está centrada en la búsqueda de Dios. Un monje viene a un monasterio esencialmente a buscar a Dios y claro, la organización dentro del monasterio consiste en trabajo, estudio, vida en comunidad, en oración. Esto, San Benito, fundador de nosotros, lo organizó en una regla que se llama la regla de San Benito donde codificó todo lo que un moje debe de vivir dentro de su monasterio”.
Elías, monje.
En la misa dominical que este monasterio de Guanajuato ofrece al público, los creyentes pueden solicitar, si así lo necesitan, un exorcismo, que se realiza durante la misa, o bien de forma privada.
En el monasterio la gente puede adquirir la famosa la medalla de San Benito, la cual protege, a quien la porta, de males espirituales, envidias, brujerías y rencores.
La medalla fue elaborada en Alemania por monjes benedictinos y no se sabe la fecha exacta de su creación. Esta medalla cuenta con una parte trasera y para los monjes es la más importante.
“En la parte de enfrente tiene unas siglas en latín, y dice: vete, retírate satanás, no me incites cosas malas, son vanas las cosas que tú gustas y tus venenos bébelos tú mismo. Ese es el anillo exterior de la medalla de San Benito. En la cruz dice: santa sea mi luz. En la parte horizontal de la cruz dice: no sea el dragón satanás mi guía. En las partes exteriores de esa cruz dice: cruz del santo padre Benedicto (…) Entonces todo esto es un exorcismo contra ataques espirituales del maligno de diversas cosas”.
Elías, monje.
Para que esta medalla surta efecto, previamente debe estar exorcizada por algún benedictino y no sólo bendecida como es común encontrarla en las calles.
“Siempre se logra dar una pequeña catequesis a la persona que quiere adquirir la medalla, se les dice que es un sacramental y que lo debe de usar, y a quién se le regale, que le explique. Tenemos unos folletitos que se les dan a las personas sobre la explicación de la medalla, es un pequeño tríptico y aquí viene para entenderlo sobre todo”.
Elías, monje.
Según los monjes, la medalla de San Benito debe ser regalada con buena fe para su mayor efecto en los exorcismos y protección.
El Monasterio de Nuestra Señora de la Soledad, en Atotonilco, Guanajuato también cuenta con habitaciones para quienes quieran realizar días de retiro.