El icónico Callejón del Beso, uno de los puntos turísticos de Guanajuato, fue suspendido por las autoridades durante la madrugada de este miércoles. A través de redes sociales, comenzaron a circular imágenes de cómo, apoyados de tablas de madera, se suspendieron actividades que se realizan en el sitio.
Así se ve clausurado el Callejón del Beso
En las imágenes se aprecia como se encuentran las tablas en el Callejón del Beso, en Guanajuato, y un anuncio de “Suspensión de obra como medida de seguridad”, según se aprecia en el aviso de las autoridades, con fecha del 4 de octubre de 2022.
El cierre del Callejón del Beso tomó por sorpresa a propios y extraños, pues se da a pocos días del inicio del Festival Cervantino, que se celebra en Guanajuato.
¿Por qué cerraron el Callejón del Beso?
La suspensión del Callejón del Beso se da luego de un conflicto entre la propietaria del centro turístico y los fotógrafos que capturaban los románticos momentos de las parejas que llegaban con el deseo de inmortalizar su cariño en el lugar.
Según reportes, todo inició cuando Norma Gámez, dueña de la edificación, lanzó un negocio de fotografía artística, lo que causó descontento del gremio y lo que derivó en supuestas agresiones físicas y verbales entre ambos bandos.
Según reportes, dicha situación llevó a las autoridades a suspender el famoso Callejón del Beso.
¿Por qué el Callejón del Beso es tan famoso?
El Callejón del Beso es uno de los lugares más concurridos en México, gracias a una leyenda de amor que, en época de matrimonios, pactados, sufrió el intento de separación de los amantes que tuvieron que luchar por su amor.
Ana era hija de un español controlador, que estaba en vísperas de casarse con un rico de la región. Un día, paseando por las calles de Guanajuato, conoció a Carlos, un minero de bajos recursos.
En contra de su padre, Ana se reunía todos los días con Carlos, en secreto. Hasta que el rumor de sus encuentros llegó a oídos de su padre. A manera de castigo, Ana fue encerrada en su habitación. Ante su ausencia, el enamorado fue a buscar la casa de la mujer, ubicada en un estrecho callejón, sobre el cerro del Gallo.
Carlos notó que la ventana del cuarto quedaba a muy corta distancia del balcón vecino. Así que no dudó en visitar al dueño de la casa y pedir que le fuera vendida, aunque eso significaba invertir todos sus ahorros. Tras recibir la negativa por parte del dueño ante la opción de compra, acordaron que le sería rentada.
Luego de esto, todas las noches, Carlos y Ana se veían de balcón a balcón, para fundirse en apasionados besos. Sin embargo, el encanto terminó cuando el padre de ella entró y descubrió uno de sus encuentros. Esto generó que el hombre tomara una daga para atravesar el corazón de su hija.