A prácticamente una semana de uno de los festejos con mayor tradición del país, el Día de Muertos, en el municipio de Temoaya, Estado de México, están listos para dar vida a sus famosas y coloridas piñatas de catrina.
A través del engrudo y papeles de colores, los artesanos del taller ValRey, de la familia Valencia Reyes, dan vida desde hace más de una década a la querida figura de la catrina mexicana.
La señora Coral Reyes y sus hijas María Isabel y Carolina Valencia trabajan desde hace más de 12 años la figura de la catrina en este municipio mexiquense. Las mujeres inician la elaboración desde el mes de febrero, para que en el festejo de los fieles difuntos sus maravillosas piñatas, con encendidos colores, estén listas para deleitar las almas de los muertos que visitan las casas, como marca la tradición en México.
El trabajo de esta familia artesana inicia en el mes de febrero, para empezar sus entregas de piñatas de catrina en junio y hasta mediados de octubre. El año pasado su trabajo disminuyó a raíz de la pandemia por COVID-19, como le sucedió a mucha gente alrededor del mundo, pero este 2021 el número de pedidos parece indicar que podrán recuperarse.
Los tamaños de las piñatas de catrina son de 120 y 160 centímetros, y los precios van desde los 300 pesos.
La señora Coral Reyes y sus hijas María Isabel y Carolina Valencia dan vida todo el año a catrinas y catrines que esperan pacientemente el momento de su entrada triunfal, que llega con el arribo de las fiestas del Día de Muertos.
En el poblado de San José Buenavista El Grande, al menos un 40% de la población se dedica a la elaboración de piñatas de diversas figuras; en el taller ValRey trabajan piñatas de catrinas, un diseño que surgió como parte de un pedido especial de un cliente, quien solicitó la figura por primera vez.
La catrina mexicana
- La significativa catrina mexicana fue creada por José Guadalupe Posadas y su elaboración se remonta al descontento social del pueblo mexicano en relación con las clases privilegiadas.
Originalmente, se llamaba La Calavera Garbancera, nombre que se derivó de los vendedores de garbanzos de esa época que pretendían ser ricos y trataban de ocultar su infravalorado origen indígena, lo que dio como resultado una burla de estos personajes en la figura de una calaca vestida sofisticadamente.
Sin embargo, sería rebautizada e inmortalizada en el mural “Sueño de una tarde dominical en la Alameda Central”, muchos años después, por el famoso muralista Diego Rivera, con el nombre de catrina, con el que se le conoce hasta hoy.
En el mural de Diego Rivera, la catrina es el personaje central en torno al cual giran los demás; en su composición se puede ver del lado derecho al mismo Posadas, y del lado izquierdo a Diego Rivera representado como un niño.
Durante los festejos del Día de Muertos, la catrina viste sus mejores galas y es adornada con una multitud de colores que la hacen parecer más viva de lo que está, ya que se trata de un esqueleto femenino de cuerpo completo que los mexicanos disfrutan de vestir y adornar, y que identifica a la nación azteca alrededor del mundo.