Con sus rayos, el sol acompañó la llegada de la primavera. Mientras, las pirámides del Sol y la Luna, en Teotihuacán, Estado de México, recibían a cientos de turistas entusiasmados.
“Mucho trabajo para todos, mucha salud, sobre todo, gracias, gracias, gracias, universo… hecho está“, se escuchaba decir a los asistentes que se mantenían con los brazos alzados.
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Los turistas, vestidos de blanco, se sacudieron malas vibras y recargaron energía. Fer y sus amigos recibieron a la primavera, la estación del año caracterizada por el florecimiento.
“Es poder recargar energía, para los proyectos que tenemos, liberar todo lo malo que se ha arrastrado y empezar una nueva etapa”, afirmó Luis Fernando Vargas.
Xiukuitzin llegó con ofrendas y una petición para nuestros antepasados aztecas: “Venir a recargarse para empezar un nuevo ciclo solar, a pedir para que vengan las lluvias y haya buena cosecha”.
Mientras que turistas internacionales, como George, quedaron cautivados con el misticismo de esta fecha: “Es increíble, jamás había visto algo como esto antes, es algo impresionante”, señaló.
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Por su parte, Patricia y su grupo de yoga meditaron junto a la pirámide de la Luna, en Teotihuacán.
“Venimos a tener esa química con nuestros ancestros, es un templo, algo sagrado, que tenemos que ver con mucho respeto, amor y sobre todo donde está la energía más alta”, refirió Beatriz Servín.
Las limpias con copal tampoco faltaron en esta celebración de la entrada de la primavera… Miriam Giraldo, una turista, aprovechó para purificarse.
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“Me sentí liberada, con muchas expectativas, todo muy ‘chévere’, vengo a recargarme de toda esta energía positiva”, refirió.
Con su canto, los chamanes también celebraron el equinoccio de primavera: “Tamborcito ayúdame a cantar, para que salga la voz”, expresaban.