En un inesperado momento, un sacerdote de la Diócesis de Torreón, en Coahuila, dejó a medias una boda, tras abandonar la iglesia, presuntamente porque le molestó que la estuvieran grabando.
El sacerdote Francisco Javier Orozco dejó vestidos y alborotados, literalmente, a una pareja de novios frente al altar el día de su boda, cuando, tras discutir con el hombre contratado para grabar el momento único, abandonó la iglesia, dejando a los novios a media boda a finales del mes de octubre.
En el video del momento, que ya se ha hecho viral y ha generado polémica, se muestra cómo la boda religiosa fue arruinada luego de que el sacerdote abandonara la celebración del sacramento del matrimonio y dejara a los novios llorando, ante reclamos de la familia de la pareja.
La voz del hombre que grabara la misa, se deja escuchar ante el reclamo de que el sacerdote haya dejado a sus clientes a media boda y se puede escuchar cómo hace hincapié en que lo que el clérigo hizo no está bien, “Eso que hizo no está bien, no es humildad, no está Dios en su corazón”.
Novios lloran tras ser plantados a media boda por el sacerdote
Con la voz entrecortada, el sujeto dice, “… dejó a mis clientes a medias, es una celebración que yo conozco, tengo 30 años haciendo esto”, enfatiza el hombre, mientras los asistentes que quedan en la iglesia dicen que la misa duró 15 minutos.
Posteriormente, el hombre enfoca a los novios que, en el día más feliz de su vida, terminan llorando desconsoladamente dentro de la iglesia, incluso, la madre del novio exclama, “¿Por qué le echó a perder su misa a mi´jo, por qué?”.
Después de esto, los familiares de los novios junto con el camarógrafo van en busca del sacerdote y le gritan para que salga, “Padre, salga a acabar la misa”.
¿Qué dijo la Diócesis de Torreón del actuar del padre?
Sin embargo, al respecto del actuar del sacerdote, el vocero de la Diócesis de Torreón, José Luis Escamilla, ha declarado públicamente que el padre no recibirá ninguna sanción porque actuó de manera correcta y que sí finalizó el sacramento.
El actuar del sacerdote ha dividido las opiniones entre quienes aseguran que no tenía derecho a hacerles pasar un momento tan álgido a los novios el día de su boda y los que creen que la familia montada en cólera no debió enojarse con el sacerdote. ¿Y tú, qué opinas?