Las labores de rescate para dar con los cuerpos de los mineros atrapados al interior del pozo de carbón de “El Pinabete”, en Sabinas, Coahuila, continúan.
Sin embargo, la noticia de que estas labores podrían demorar otros dos meses más, causa incertidumbre entre las familias de los desaparecidos y pone la vista en la historia de quienes se salvaron de la tragedia.
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“A nosotros nos dejaron en el olvido, a los cinco”, afirma Héctor Díaz, uno de los mineros sobrevivientes del accidente ocurrido el 3 de agosto de 2022.
Héctor asegura que desde enero pasado, el servicio médico les fue suspendido.
“Nos estaban mandando con el psicólogo el año pasado, y nos quitaron el Seguro (IMSS), el 12 de enero, y supuestamente íbamos a estar en observación por cinco años. Primero, el Seguro se quiso (deslindar), que el accidente no tenía seguro, y luego que porque habíamos abandonado en Acuña (las citas), que no íbamos con el psicólogo”.
Héctor Díaz / Minero sobreviviente.
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Héctor y otros cuatro compañeros lograron salir expulsados por el agua del pozo de carbón, donde 10 de sus compañeros quedaron atrapados.
Cuenta que, en su caso, el impacto del agua le reventó los oídos y eso le ha dejado consecuencias negativas a su salud. Sus compañeros, señala, también quedaron con secuelas del siniestro.
Fue él quien más tiempo estuvo hospitalizado tras sobrevivir al percance, pues fue diagnosticado con agua en los pulmones y fractura de costillas. Hoy está en la indefensión, pues ya no puede trabajar.
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Héctor reveló que el próximo 3 de enero acudirá a la Fiscalía General del estado para dar seguimiento a su caso y de ser necesario, se trasladará, junto a sus compañeros, hasta la capital del país para solicitar apoyo al gobierno federal.
Mientras, sigue la incertidumbre en la zona para recuperar los cuerpos de quienes fueron sus colegas de trabajo.
