El Gobierno de la Ciudad de México (CDMX), a través de la Secretaría de Movilidad (Semovi), informó que servidores públicos no realizan activaciones o promociones de actividades de programas ciclistas en las calles o ciclovías, lo anterior luego de que una mujer denunciara, en redes sociales, que fue despojada de su bicicleta, por un sujeto que le hizo creer que tenía un vínculo con el Gobierno local.
En un comunicado, el Gobierno de CDMX dijo que todas y cada una de las actividades que realiza son comunicadas en redes sociales y sus sitios web.
“Programas como Muévete en Bici, Ciclotón, Ponte Pila y Biciescuela” se realizan en sus espacios y horarios que pueden ser consultados en las páginas y redes sociales oficiales, dijeron las autoridades.
¿Cómo robaron su bicicleta a mujer en el Parque Hundido?
Una joven, en un largo hilo de Twitter, contó cómo le robaron su bicicleta en la CDMX, lo que podría evidenciar un nuevo modus operandi en el hurto de este medio de transporte: ganarse la confianza de ciclistas y, una vez con la guardia baja, despojarlos de su vehículo de dos ruedas.
El presunto ladrón, un supuesto ciclista, que llevaba su propia bici, se ganó su confianza. En sus redes sociales, la chica contó que un hombre le hizo la plática mientras circulaban sobre la avenida Insurgentes, a la altura del centro comercial Manacar, con dirección al Paseo de la Reforma.
El sujeto le dijo que él daba clases de ciclismo y que hacía campañas de deportes con el Gobierno de la Ciudad de México, cosa que a la víctima le pareció atractivo; al final, lo acompañó hasta el Parque Hundido, donde, finalmente, fue despojada de su vehículo de dos ruedas.
A ese punto llegó un cómplice: otro hombre, con ropa deportiva, quien se llevó la bici del otro sujeto para, según, ir por la información de las supuestas actividades que impartía.
“En eso llegó un amigo de él, sin bici (traía ropa deportiva), y le pidió que fuera a traer los flyers y tarjetas de descuento que estaban en su oficina, a cuatro cuadras”.
Dijo la víctima.
La joven ciclista se quedó, a solas, con el primer hombre que la abordó. Ella, con su bicicleta. Él, a pie. El supuesto ciclista le preguntó las características de su vehículo de dos rudas: “¿Es ligera?”. Ella asintió. Él, a sabiendas de que había conquistado su confianza, tomó posesión de la bicicleta y se fue.
