La crisis generada por la pandemia del COVID-19, obligó a muchas mujeres a volver al trabajo sexual en calles de la Ciudad de México.
Vanessa ya había encontrado un empleo en Puebla… pero llegó el cierre de los mercados de ropa.
“Yo trabajaba en un taller de costura y como cerraron lo que fue San Martín, Tepeaca, un tiempo pues el lugarcito, el taller donde yo trabajaba dejó de generar empleo”.
Vanesa
La Asociación Civil Brigada Callejera y el Colectivo “Tejiendo Pueblos”, apoyan con servicios de salud, alimentos y acompañamiento legal a este gremio.
Ambos grupos detectaron el incremento, pues sus registros pasaron de 7 mil 700 a 14 mil 200 personas dedicadas al trabajo sexual.
“Mientras hacíamos la entrega de despensas, levantábamos el cuestionario. Hacíamos entrevistas y veíamos entonces el incremento, hoy te decimos entonces que son 14 mil 200”.
Arlen Palestina | Asesora Jurídica en Brigada Callejera, “Elisa Martínez A.C.”
Trabajadoras sexuales agradecen el apoyo brindado, afirma que viven la etapa más cruda y más cruel de la pandemia, la fase en donde no hay trabajo.
Algunas ejercen el trabajo sexual en diversas zonas, la población es muy volátil en esta época.
En el trabajo sexual, se ha identificado un antes y un durante la pandemia. Entre quienes volvieron hay amas de casa, meseras y comerciantes ambulantes.
“Se fueron porque ya habían puesto un localito de ropa, de comida. La mayoría de ellas de comida, explica Vanessa, pero regresaron al trabajo sexual por falta de un ingreso.
Sin embargo, ahora enfrentan nuevas adversidades.
Lo que ellas nos dicen es que, ya no solo están siendo extorsionadas por las autoridades, ahora hay nuevos actores que se están aprovechando. La delincuencia organizada ha aprovechado esta situación”
Raúl Velázquez | Fundador de Tejiendo Pueblos-Amigos Remendando Oficios
