Julio llegó al amanecer con receta en mano al Centro de Rehabilitación Infantil en la alcaldía Gustavo A. Madero para recargar un tanque de oxígeno.
“Los requisitos son traer la receta médica en la que nuestro paciente, nuestro enfermo necesita el apoyo en la oxigenación del tanque”.
Julio Gamboa | Familiar de paciente
Este centro de recarga habilitado por la Secretaría de Salud de la Ciudad de México lo hace de manera gratuita para quienes padecen una enfermedad respiratoria.
Noé Cruz, responsable de Promoción de la Salud GAM, SEDESA, informó que el servicio no es exclusivo para pacientes COVID, sino que es para toda la población que presente o que tenga una receta y que necesite del oxígeno.
Además de la receta es requisito que el tanque de oxígeno esté sellado con la vigencia de la presión hidrostática, máximo de cinco años.
¡OJO! Si no lo tiene, por seguridad, no podrá recargarse.
“Que no venga golpeado, que no venga con soldaduras, por ejemplo este tanque tiene su presión, se hizo este examen en el mes de junio del año 2020”.
Noé Cruz| Responsable Promoción de la Salud GAM, SEDESA
Este lugar otorga 50 fichas por día. Sin embargo, hay quienes se forman diario, varias veces.
“El cilindro dura cinco horas y ya tengo como 15 días viviendo esta situación muy precaria”
Concepción Negrete | Familiar de paciente
En otro punto de la CDMX, sobre la calle Malitzin, se ubica este centro de recarga privado, no pide receta, pero los requisitos: son que el tanque de oxígeno se presente en buenas condiciones y pagar entre 200 y 500 pesos.
- Marcos González paga diariamente 500 pesos, el tanque que usa su familiar con COVID le dura solamente 12 horas.
En el establecimiento ubicado sobre Montevideo hay que llevar paciencia y el tanque de una marca específica, pues de lo contrario será rechazado.
“Lo más importante es que el tanque esté vigente y que sean tanque de la marca Praxair”
Alondra Romero | Encargada
Familiares de pacientes con COVID-19 afirman que esta odisea se complica aún más cuando establecimientos cierran la atención al público.
“Normalmente aquí venimos de tres a cuatro veces porque no alcanzan las horas del que está abierto se acaba aquí y nos tenemos que ir a buscar hasta Ecatepec”.
Andrés Rodríguez | Familiar de paciente