A la luz del día, peritos y restauradores recorrieron la zona arqueológica del Templo Mayor, observaron los daños ocasionados por la lluvia y el granizo. Sobre la Casa de las Águilas, la cubierta colapsada.
El lugar sagrado quedó bajo la estructura sin que, aparentemente, exista un daño mayor.
“Este edificio es muy importante porque tiene unos frisos prehispánicos de estilo neo Tolteca y tiene pintura mural. Eso es lo que más nos preocupaba, el día de ayer se veía que no tenían daño y ahorita afortunadamente lo pudimos constatar”.
Patricia Ledesma, directora Museo del Templo Mayor.
De hecho, a pesar del derrumbe, dijeron, el propio techo logró proteger murales invaluables.
“A la hora que se colapsa, se colapsa como en forma de ‘v’, la ‘v’ está descansando sobre piso prehispánico que si bien tiene estuco, puede ser recuperado”.
Patricia Ledesma, directora Museo del Templo Mayor.
Cada maniobra para retirar los escombros será cuidadosamente planeada. La mañana de este jueves, comenzó a ser colocado hule espuma en la zona, para evitar daños.
“Es una película, en este caso es una placa que protege la erosión y que no actúa en detrimento de los vestigios, lo que tenemos ahí es una acción inmediata para prevenir las alteraciones por el tránsito”.
Lourdes Gallardo, restauradora y perito, Museo del Templo Mayor.
Anunciaron que se construirá una nueva cubierta para “La Casa de las Águilas” y otras tres estructuras serán reforzadas para evitar futuros incidentes. Mientras tanto, el Museo del Templo Mayor permanecerá cerrado.
La Secretaría de Cultura informó que se dará todo el apoyo al Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) para salvaguardar este patrimonio mundial.