La lucha libre regresó a la Arena México y este hecho ha sido una celebración para cientos de fanáticos de este deporte tan arraigado en nuestro país, luego de la pandemia de COVID-19.
Aplausos, gritos, risas y silbatinas resuenan nuevamente tras más de un año de silencio en la emblemática Arena México, catedral de la colorida lucha libre mexicana, cuya actividad se reanudó gracias a un retroceso del COVID-19 en el país.
Aunque las graderías del coliseo en pleno centro de Ciudad de México aún lucen semivacías, el enorme eco que amplifica las voces de los asistentes y los golpes de los luchadores compensan los lugares sin ocupar.
Hombre recorre la mitad del país para presenciar función de lucha libre
Iván Martínez, médico de 47 años, confiesa “mucha emoción”. Viajó casi 2 mil 800 kilómetros desde su natal Tijuana hasta la capital para ver el regreso de la lucha libre con su familia.
“Da mucha alegría volverte a encontrar con una arena, con los luchadores, lo que desde niño te gusta, desde niño disfrutas, que también a mis hijos les he inculcado”, afirma Martínez.
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¿Cómo se vivió este regreso al cuadrilátero?
Sobre el ring los gladiadores hacen lo suyo. Algunos optan por asumir un personaje siempre enmascarado mientras otros muestran sus rostros fieros y van ataviados con colores estridentes.
Cada salto, llave o maroma culmina con el azote de los cuerpos sobre el piso, en un estruendo que activa voces de asombro y aplausos. Son golpes más histriónicos que dañinos en esta mezcla de deporte y circo.
Con el regreso de la lucha libre también resucitan numerosos negocios alrededor de ellas. Desde la venta de las máscaras o muñecos de los guerreros más famosos, hasta la de comida y bebida.
“Mucha gente depende de la lucha libre (…) entonces me da gusto que ya empiecen a abrir”, dice Samia García, farmacobióloga de 40 años antes de acceder al espectáculo.
¿Cuántas personas pueden entrar a la Arena México?
La alcaldía Cuauhtémoc autorizó a la Arena el acceso de 500 personas, apenas 3% de su aforo de 16 mil 500 asistentes. Todos deben usar cubrebocas y mantener la sana distancia.
Es muy poca gente aún, pero la alegría es notoria.
“Me encanta la lucha libre desde pequeño, desde niño andaba aquí corriendo en estas instalaciones. Este lugar ya es de generaciones (…) y más que contento que haya regresado otra vez”, dice Ramsés Salas, un vendedor de máscaras de 26 años.
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Con 759 hospitalizados por COVID-19, Ciudad de México está al 9% de su capacidad de atención médica, tras un pico de 90% en enero. Es el punto más bajo desde abril de 2020.
México, de 126 millones de habitantes, acumula 2.4 millones de casos confirmados y 223 mil 072 fallecidos, el cuarto país más golpeado del mundo en números absolutos.
