En los panteones de la Ciudad de México (CDMX) se congregan cientos de personas que recuerdan a sus familiares y amigos con ofrendas, flores, comidas, música y bebidas.
Entre los pasillos del Panteón Dolores, Reynaldo camina con su guitarra. Busca a alguien que le quiera dedicar una canción a su ser querido.
“Simplemente, canciones que les gustaban a sus papás o a su hijo. Por ejemplo, uno me dice ‘ay’, a mi hijo le gustaba, por ejemplo, la del TRI, ‘El niño sin amor'”, señala el cantante a UnoTV.
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La familia Nava pidió “Página Blanca”, canción que les gustaba a sus padres, quienes descansan juntos: “Porque te alejas y te vas de mí, vuelve, ven dulce bien”.
“Les traemos lo que yo hice; su calabaza, mole verde, su chicharrón, lo que les gustaba a ellos. Tiene muchos años, pero no se nos olvida, siempre están en nuestros corazones”, cuenta Elena Nava.
En otra tumba, suena una bocina con la música que le gustaba a Axel, un joven que apenas tenía 18 años cuando falleció. Su familia arregló el lugar y fueron por pollo rostizado, tortillas, salsa y unos nopales para comer con él.
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“Sí, siento su presencia, pues para mí él está con nosotros, siempre está con nosotros”, afirma Lilia Cancino, una de las familiares de Axel.
Al norte, está otro de los panteones de la CDMX, el San Isidro, en el cual, desde las 8 de la mañana, ya había gente a la espera de entrar.
El tercer panteón más grande de la capital mexicana tiene una sección para niños difuntos, por eso, aquí no solo hay puestos de cempasúchil, también venden globos de calabazas, calaveras, fantasmas, brujitas, rehiletes de diferentes tamaños, colores y formas. Todo para decorar las lápidas de los más pequeños.
Con palas, globos y una cubeta de agua, las familias buscaban la lápida de su difunto, como el señor Pedro y su esposa, quienes entraron temprano para visitar a dos de sus hijos y su nieta.
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Don Pedro y su familia decoraron con cempasúchil, colocaron globos y después rezaron.
Catalina y su esposo también visitaron a su pequeña: “a mi bebé, una niña, que ahorita tendría 15 años”, cuenta. Este año, el Panteón de San Isidro espera recibir a cerca de 60 mil personas, hasta el domingo 5 de noviembre.
