A primera vista parece un coche abandonado en la calle, pero Hugo, su dueño, afirma que tiene historia.
“Es modelo 59 y fue un sobreviviente en el 59, de un bombardeo de Fidel Castro al barco que lo traía; sobrevivieron 30, este es uno de ellos. Venían 300 de Francia, era un embarque y por error, Fidel Castro bombardeó el barco pensando que era un barco norteamericano que traía armas para Batista”.
Hugo Orozco
Propietario de auto clásico
A Oscar le gusta caminar por la ciudad y encontrar esas historias que guardan en la cajuela los autos antiguos.
“Empecé a dar cuenta de esos automóviles que estaban en la calle, unos sí abandonados, otros los dueños los tienen, los van a reparar, pero evocan algo. Son evidencia de un México que ya no está, el otro México que estaba ahí presente, yo creo que se podrían preservar. Un día se me ocurrió poner ¿Qué coche es? y le gustó a la gente”.
Oscar Blanco
Administrador @Crónicas_ciudad
Les toma una foto y la sube a su cuenta “Crónicas de la ciudad perdida” en Twitter.
“Contestan enseguida el modelo y el año, es como el 60%, y otro 30% que cuenta una anécdota, por ejemplo, no falta el que dice aquí fuimos al Autocinema en este coche, eso es lo padre”.
Hasta ahora, más de 120 autos estacionados en las calles de la capital han sido registrados por la cuenta de Oscar.
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Hugo comparte con él no solamente la nostalgia, sino también la idea de que los autos antiguos son piezas de un museo al aire libre.
“Bien, para que la gente conozca un poco más de los coches antiguos y no los vea como carcachas abandonadas, sino como un pedazo de historia que realmente son. Como museos y como historia de parte de la ciudad, así como un edificio antiguo”.
Hugo Orozco
Propietario de auto clásico
Oscar recorre las calles chilangas todos los días para encontrar autos y encender el motor de la memoria de sus seguidores.
“Un rambler, esos son como enigmáticos ¿no?. Un coche, un citroen, estos coches fueron raros en la Ciudad de México”
Oscar Blanco
Administrador @Crónicas_ciudad