En un esfuerzo por brindar un ambiente más cálido y reconfortante a los pequeños pacientes, el Hospital Pediátrico de Coyoacán ha incorporado una novedosa y conmovedora iniciativa: el “Escuadrón Canino de Terapia”.
Con más de 16 perritos, el Centro de Actividades y Terapias Asistidas con Caninos es el único programa de rehabilitación con mascotas en la CDMX. El objetivo es que, con la presencia de los animales, los niños tengan una estancia intrahospitalaria más amena.
“Cuando llegué me sentía muy ansiosa y ahorita que vino Samy, ya me sentía más tranquila”.
Ollin Nahomi Martínez, paciente, Hospital Pediátrico de Coyoacán
Así fue la sonrisa de Ollin Nahomi, cuando Samy, una golden retriver, llegó hasta su cama de hospitalización para darle mimos.
Alegría y esperanza en cuatro patas
Estos cariñosos caninos visitan regularmente las áreas de pediatría del hospital, donde sus apariciones llenan de alegría y esperanza a los niños y niñas que se encuentran enfrentando diferentes condiciones médicas.
María del Carmen Jaimes, directora del Hospital Pediátrico de Coyoacán, explicó a Unotv.com por qué es importante el apoyo de perros en el proceso de recuperación.
“Ellos vienen con la finalidad de ser un instrumento, para los médicos, el personal de salud, para que ellos puedan dar cierta tranquilidad, cierta paz a nuestros pacientes”.
María del Carmen Jaimes, directora del Hospital Pediátrico de Coyoacán.
¡Perros dogtores en acción!
Gracias a las endorfinas que se liberan durante la interacción entre humanos y animales, el proceso de sanación es más rápido. Los 16 perritos, que se rotan para dar amor, cuentan con su esquema de vacunación. Antes de entrar al área de hospitalización pasan por un estricto control de higiene.
“Ellos no pueden entrar al hospital si no han recibido un tratamiento en sus patitas. Limpieza en sus orejas, se les hace un cepillado adicional”.
María del Carmen Jaimes, Directora del Hospital Pediátrico de Coyoacán
La presencia de los perros no sólo brinda distracción y diversión, sino que también ayuda a reducir el estrés y la ansiedad asociados con la hospitalización. También crea un ambiente más relajado para los jóvenes pacientes y sus familias. Y a través de juegos y caricias, también ayuda a que Adalberto se recupere luego de una cirugía complicada.
“Me siento feliz, es como si te hubiera visitado cualquier persona, pero con perros y sientes la felicidad”.
Adalberto Ramírez, paciente, Hospital Pediátrico de Coyoacán.