Las manos de Gregorio, llagadas, son muestra de marcas del trabajo duro, desde hace 60 años se dedica a la reparación de llantas, tiene una vulcanizadora en la colonia Nueva Santa María, alcaldía Azcapotzalco.
Aquí no se deja de atender un solo día, ni en Año Nuevo.
“Las emergencias se presentan a cualquier hora. Yo siempre he dicho que mi trabajo es muy sucio, muy pesado, pero muy delicado, un trabajo que no haga yo bien puede provocar un incidente en el camino”.
Gregorio, reparador de llantas
Personas como él tienen muy presente la importancia de atender a quien más lo necesita.
Para muestra un botón: Modesta tiene una cremería, entre embutidos, lácteos y pan ha pasado 25 años de su vida, confiesa que los días de mejor venta son los 24, 25, 31 de diciembre y 1 de enero.
“Nuestra clientela es fiel a nosotros y yo creo que eso es lo más importante, dar el servicio. No importa lo que vengan a comprar, se les despacha con gusto”.
Modesta Aldama, propietaria de cremería
María Luisa acaba de cumplir 80 años, el 90% de ellos los ha vivido en su verdulería. Asegura que el único día que toma un breve descanso es el 25 de diciembre.
“El día que descanso unas cuantas horas es el 25, pero aquí me tiene a sus órdenes a las 2 de la tarde, sea tarde, sea temprano yo tengo que venir a fuerzas”.
María Luisa Flores, dueña de recaudería
Su caso es similar al de Alberto Hernández, un doctor que instaló su farmacia con consulta 24/7, es consciente de la urgencia que conlleva el cuidado de la salud.
“Me gusta mi trabajo, me gusta dar consulta, me gusta ser mejor que otros, me gusta”.
Alberto Hernández, médico y encargado de farmacia
Cuatro mexicanos que día a día dan lo mejor de sí.
“Aquí me tienen a sus órdenes mientras el cuerpo aguante y con el mismo cariño a mi trabajo”.
Gregorio, reparador de llantas
“Ojalá muchísima gente entienda que servir a los demás es agradable y lo que uno haga con gusto la verdad es redituable”.
Modesta Aldama, propietaria de cremería
