En Iztapalapa, Ciudad de México, las gallinas ponedoras esperaron en corrales metálicos hasta que una a una comenzaron a ser entregadas a los beneficiarios. Para llevarlas a casa, Omar Sánchez tuvo que llevar una caja de cartón.
“Aves que nos van a dar, que nos van a dar algo de provecho, comida es mucho más satisfactorio”.
Omar Sánchez, beneficiario
Se trata de un plan de la autosuficiencia alimentaria de la alcaldía Iztapalapa para 200 familias. Cada familia recibirá 10 gallinas que producirán 60 huevos a la semana.
Se estima que estas gallinas podrán producir medio kilo de huevo al día, libre de hormonas, para cada familia beneficiaria de este programa.
Las familias deben construir un corral de 4 metros en su casa. También tienen que comprometerse a no comerse las aves, venderlas, ni regalarlas.
Biólogos y veterinarios estarán al pendiente de la salud de los animales y atenderán las dudas de los cuidadores.
“No le vamos a dar un animal a una persona que no tenga las condiciones de cuidarlo, porque aparte estamos trabajando con seres vivos que merecen un trato digno, lo primero, entonces vamos a hacer revisiones semanales para saber cómo se encuentran y cuánto producen”.
Bárbara Arzate, jefa de Prevención de Impacto Ambiental en Iztapalapa
El huevo excedente podrá ser comercializado. La intención es certificar la producción para poder venderlo a tiendas como producto orgánico.
“Les pido que las cuidemos muy bien, con mucho cariño, porque ellas nos van a dar de comer”.
Clara Brugada, alcaldesa en Iztapalapa
