Fue la Fábrica de Vidrio más importante a nivel nacional en la época Cardenista, y con el pasar de los años y la expansión de la ciudad, permaneció oculta en las entrañas del Papalote Museo del Niño, que en su misión de “hacer aprender”, de forma involuntaria albergó por varias décadas un pedazo de historia del México del pasado, sin que nadie se diera cuenta.
¿Qué se sabe de la Fábrica de Vidrio hallada en el Museo del Papalote?
A partir de unos trozos de vidrio encontrados bajo la montaña rusa de Chapultepec, fue posible reconstruir la historia de esta importante fábrica que operó en la zona hasta finales de los 60, en los terrenos donde hoy se encuentra el Papalote Museo del Niño.
Por medio de un boletín que reveló el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) se pudo conocer que bajo el Papalote Museo del Niño, se pudieron encontrar lo que llamaron, “Elementos modestos de arqueología industrial”, y es que en una época donde el presidente Lázaro Cárdenas impulsaba las fábricas, empresas, y comercializadoras no era difícil encontrar una fábrica a pocos metros de distancia.
Esos pequeños elementos de arqueología industrial fueron recuperados durante trabajos de salvamento arqueológico a cargo del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), en seguimiento a reformas del parque de diversiones La Feria. Justo, señaló el INAH, bajo la montaña rusa.
¿Qué restos de la Fábrica Nacional de Vidrio se hallaron en el Papalote Museo del Niño?
Bajo la montaña rusa, se registró el hallazgo de vidrio, escoria y pequeños fragmentos de material poroso, compactado y sellado con nombres de marcas de venta y vidrio derretido en la capa exterior.
“Fragmentos de tabique refractario y monogramas sellados en fondos de vasos y botellas desataron una investigación detectivesca que permitió revelar la historia, casi desconocida, de la Fábrica Nacional de Vidrio, la cual operó entre 1936 y 1968, décadas antes de que el Departamento del Distrito Federal cediera terrenos de la Segunda Sección del Bosque de Chapultepec al proyecto del museo.”
INAH
Según el INAH, el hallazgo hace referencia al proceso modernizador que experimentó México a partir de la década de 1930, en el gobierno de Lázaro Cárdenas.
El “Salvamento arqueológico la Feria de Chapultepec” contempló nueve unidades de excavación, y fue en la séptima, la cual abarcó un polígono de 510 metros, próximo al sitio que ocupó un delfinario, donde se encontraron materiales indicativos de producción de vidrio a gran escala, como parte de un relleno usado para nivelar el terreno donde se instaló la montaña rusa, en 1964.
“Bajo esa atracción, frente al contrafuerte noroeste y a escasos 49 cm de la superficie, se registró el hallazgo de vidrio, escoria y pequeños fragmentos de material poroso, compactado y sellado con nombres de marcas de venta y vidrio derretido en la capa exterior (tabique refractario).”
INAH
¿Cómo reconstruye el INAH la historia de la fábrica en el Papalote Museo del Niño?
Los sellos, que permanecieron intactos en los fondos de botellas y vasos con los logos VM y FANAL fueron prácticamente las únicas pistas de las que partió Liliana Márquez, investigadora del INAH, para reconstruir la historia de esa fábrica.
La investigadora y el INAH charlaron con algunos viejos locatarios del Mercado Constituyentes, quienes recordaban por su chimenea de acero color naranja, que había una fábrica donde los hacían que se localizaba en la esquina de avenida Madereros (hoy Constituyentes) y Periférico, donde hoy se encuentra el Papalote Museo del Niño.
Así inició la aventura en la que después de revisar con expertos y archivos hemerográficos, se pudo conocer que se estableció la Fábrica Nacional de Vidrio en 1936, en terrenos del otrora Rancho del Castillo y Lomas de Santa Ana, el cual fue parte de la Hacienda Molino del Rey, en el siglo XIX. Dirección donde después se estableció el parque de diversiones la Feria y el Papalote Museo del Niño.
De acuerdo con el INAH, la política cardenista destinó terrenos del aún despoblado poniente de Ciudad de México, incluyendo secciones del Bosque de Chapultepec, como asiento de las industrias nacionales de vidrio, de asbestos y otras vinculadas al ejercicio militar.
Lo que se sabe de la Fábrica de Vidrio es que quedó establecida como sociedad anónima el 27 de mayo de 1935, con un capital inicial de 60 mil pesos, acciones repartidas entre cinco socios: dos industriales de origen español, Rutilo Malacara y Carlos C. Cubillas, y el resto mexicanos, Francisco Fuentes Berain, Virgilio M. Galindo y Antonio Berenguer Campos. El registro de la marca FANAL se realizó hasta 1975, dejando asentado que la sociedad anónima tenía ya cuatro décadas.
Con el pasar de los años, la fábrica cerró y con la recuperación de los terrenos, nuevos gobiernos llevaron a esa zona nuevos proyectos, como el de la Feria de Chapultepec, y el Papalote Museo del Niño, que tras su edificación se olvidó que antes, ahí existía la fábrica de vidrio más importante del país.
