El panorama entristece. En exclusiva, Unotv.com tuvo acceso a un cementerio de árboles. Quedaron ahí, tirados, tras el embate de organizaciones criminales que buscan madera, sin importar el daño que causa la tala ilegal a los bosques.
- “Un enorme pino tiene un tronco muy ancho, ni siquiera alcanza el cuerpo para poder darle un abrazo. Tiene cerca de 50 metros de altura, es de los que más están derribando los talamontes. Los están matando, aquí en el sur de la Ciudad de México”. Juan Rivas | Reportero
Hay pinos que, en apariencia, están vivos, pero su destino fatal ya está marcado, cuenta un habitante de la zona y bajo condición de anonimato por temor a los llamados “talas”.
- “Como verán, para los árboles la brea es como sangre. Esta gente los está matando. Este árbol, aproximadamente, tiene 150 años, y esa gente de la delincuencia organizada llega y en 5 o 10 minutos tira un árbol”. Anónimo | Habitante de Topilejo
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Sin duda, es algo que llena de frustración, dice una mujer que creció junto al bosque.
- “Nosotros, como habitantes de aquí de la comunidad, nos sentimos desesperados, que nos tomen en cuenta. Que nos hagan caso, porque ya son muchos árboles”. Anónimo | Habitante de Topilejo
Árboles maduros de por lo menos un siglo; cada uno de sus anillos, que inician en el corazón del tronco, representan un año de vida, un año de crecimiento.
- “Hasta la corteza, tiene 99 anillos, si consideramos que le toma crecer a esa altura de donde sacaron la rodaja unos 4 o 5 años, 99 más 4… por lo menos 103 o 105 años tenía este árbol” Anónimo | Habitante de Topilejo
Estos gigantes frondosos habían sobrevivido casi a todo… menos a los talamontes.
“También podemos ver registros de lo que ocurrió en el pasado, por ejemplo hace unos 20, 25 años hubo un incendio fuerte, las marcas dejaron huella en anillos renegridos”.
Para confirmar la edad de los árboles que siguen de pie, generando oxígeno, también usan una barrena forestal, herramienta especial que perfora, pero no los daña.
Sin importarles la edad de los árboles, sólo en Topilejo, la tala ya dañó 905 hectáreas.
Muchas veces los talamontes cortan los árboles, como lo hicieron con un enorme pino, los seccionan y sólo se llevan una parte de la madera. Después de matar un árbol, dejaron sus restos abandonados en las entrañas del bosque.
Bosques que han visto pasar la historia de generaciones enteras y hoy dan cuenta de la devastación…
- “Esto ya viene de generaciones atrás, prácticamente, a lo mejor, y hasta lo sembraron nuestros tatarabuelos”. Anónimo | Habitante de Topilejo